Fue Aristóteles quien sostuvo que el hombre es, por
naturaleza, un animal político.
Dos milenios después,Antonio Berni (1905 - 1981) supuso que
todo arte y todo artista son, en última instancia, políticos; y que, por lo menos, "todo arte admite también una lectura
política", según dijo alguna vez.
Las siesta 1943.
Discutible o no la definición aristotélica, lo cierto es que
la obra multiforme y vasta de Berni, constituye un exponente
incuestionable de arte político de arte, el más valioso de la
Argentina y uno de los más importantes de América Latina,
donde Berni alcanzó la estatura de los maestros.
En rigor, es él quien inicia el arte político en Argentina.
El propio Berni ha señalado:"En mi caso, lo reconozco, pienso
que la lectura política de mi obra es fundamental, que no se
la puede dejar de lado, y que si se la deja, no puede ser
comprendida a fondo; es más creo que una mera lectura
esteticista de mi obra sería una traición".
Pero, ? qué es esto de arte político? Desde luego no es -como
ocurrió y aún suele ocurrir- una forma de propaganda realizada
en favor de un partido, sino el cuestionamiento de las
injusticias y desigualdades de la sociedad, formulado desde
una óptica solidaria y humanista.
El verdadero arte político es fundamentalmente ético; o bien,
lo político de Berni expresa, un a ética, una ética de las
relaciones sociales que él entiende debe asentarse en la
equidad y la fraternidad. El artista no debe estar por encima ni por debajo de la sociedad: debe estar dentro de ella;
hombre y ciudadano, es además un indispensable agente social
del cambio.
Desocupados 1934Berni es el primero en plantear el arte
político en la Argentina: Manifestación (1934), Desocupados
(mismo año; rechazado por el jurado del XXV Salón Nacional),
Medianoche en el Mundo (1936-37). Los títulos bastan para
conocer los temas. Hay siempre un dibujo ceñido, elocuente, de
trazo resuelto, sin espectacularidades ni ostentaciones; los
grupos humanos invaden el lienzo como una suma de
individualidades, no como una masa amorfa e impasible; cada personaje, cada rostro, es un estudio singular, hasta que el conjunto obtiene,
por la sorprendente combinación de colores, por la disposición de las figuras, por el juego de los planos, por el clima
"Ser artista es una de las mayores formas de ser libre", decía
Berni. Y también:"Si no hay amor que transmitir, no hay
pintura, no hay arte, no hay nada". Y además:"El verdadero
artista y el verdadero arte de un pueblo es aquel que abre
nuevos caminos impulsados por las cambiantes condiciones
objetivas. Dejan de serlo los que pasan y obran según el clisé
establecido, aferrándose a formas pasadas y caducas, que no
obedecen a ninguna realidad artística ni social. Recibir,
elaborando; importar, transformando, es la manera de construir
lo propio".
Son declaraciones que resumen los puntos cardinales de la
numerosa producción del maestro.
Al margen de tendencias y vanguardismos, generó, un arte de
avanzada, que le pertenecía por entero; o, si se quiere, él
fue su única corriente y su única vanguardia. El amor y la
libertad constituyen el nervio de su discurso, porque ambos
valores presiden la dignidad humana, que él buscó defender,
sin demagogia y sin pedantería, por medios genuinamente
creativos.
El Caballito 1956
El amor y la libertad hicieron de Berni un artista político,
es cierto, pero él supo siempre rayar con la poesía, una
poesía donde cohabitaban la ternura, el humor, la piedad.
Su fórmula de "recibir,elaborando", y de "importar,
transformando", es una versión más del regionalismo figariano:
ni desdén ni sujeción a los modelos externos; el aporte debe
ser incorporado, adecuándolo a las exigencias del artista, y
fundiéndolo con sus lenguajes universales.
De manera análoga, el artista no debe aislarse de lo que Berni
llamó las "cambiantes condiciones objetivas", y nosotros
denominamos condiciones de producción. Su obra entera es
evidencia de ello.
Fuente: Prof. Jorge Glusberg
Director Museo Nacional de Bellas Artes
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CRISTO EN EL GARAGE
 LA GALLINA CIEGA

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