HERMANOS MAX


 

HERMANOS MAX         max groucho


Los cinco hermanos Marx originales -Leonard (Chico), Adolph (Harpo), Julius (Groucho), Milton (Gummo), y Herbert (Zeppo)- todos siguieron la tradición familiar de entrar a temprana edad al mundo del espectáculo. Especializándose en la comedia musical, los hermanos ganaron primero la atención nacional con "I'll say she is" (1923-25). Aunque Harpo hizo una pequeña aparición en 1925 en el film "Too Many Kisses" , el equipo pulió su arte como una mejor atracción teatral durante la década. Su éxito "The cocoanuts" (1925-28), con guión de George S. Kaufman y música de Irving Berlin, le dio a los Marx su primer escalón hacia Broadway. (Gummo ya había salido del espectáculo para esa época). Durante el transcurso de la obra, los hermanos, que ya habían desarrollado sus famosas caracterizaciones, produjeron independientemente una película del género de comedia muda. El film perdido, "Humorisk", fue hecho en Nueva York y New Jersey con financiamiento propio, pero nunca se exhibió al público. 

Con la fuerza de su siguiente éxito en Broadway, "Animal crackers"(1928-29), el equipo firmó un contrato de cinco películas con Paramount, que estaba explorando talentos para sus nuevos filmes sonoros. "Cocoanuts" (1929) y "Animal crackers" ( 1930), fueron filmadas en una sala de sonido de Paramount. Aunque las limitaciones de la temprana tecnología del sonido forzó a los Marx a suavizar estilo de comedia energética y su tendencia al diálogo improvisado, la película llevó al equipo al tipo de humor caótico. Cada uno de los cuatro hermanos se volvió identificable por su propio personaje: Groucho, siempre el líder del grupo, usaba un bigote pintado con grasa, llevaba un cigarro, y retrataba a un trepador social sin tacto, que cantaba y lanzaba juegos de palabras e insultos a todo interlocutor; el pianista Chico, vestía un sombrero puntiagudo y ropas ridículas, y hablaba con un exagerado acento italiano; Harpo, con peluca roja, era como un payaso, que nunca hablaba en las películas, pero encantaba con sus solos de arpa; y Zeppo era el lastimoso chiflado que solo a veces conseguía a la chica.
Las tres últimas películas de los hermanos Marx de Paramount -"Monkey business" (1931) "Horse feathers" (1932) y "Duck soup" (1933)- no tuvieron mucha popularidad, aunque ahora son vistas como las comedias más inspiradas del equipo. Los antiguos escritores fueron reemplazados y la dirección estuvo a cargo de grandes comediantes como Norman Z. McLeod. El equipo de Paramount desplazó a los típicos guiones de Hollywood para simplemente ceder espacio en la pantalla para que los Marx hagan sus rutinas. 
Más adelante, el equipo (menos Zeppo) fue tomado por los estudios Metro Goldwin Mayer , con la producción a cargo de Irving Thalberg. Reinsertando las usuales historias de Hollywood, él estableció a los hermanos como figuras más simpáticas y ofreció historias de amor para la audiencia que no gustaba del humor destructivo del equipo. Con estos elementos, más la vuelta de Kaufman y Ryskind , los dos filmes de Thalberg "A night at the Opera" (1935) y "A day at the races" (1937), revivieron su popularidad. Pero la muerte del mejor productor de Hollywood en 1937 marcó el final de los filmes de gran habilidad de los hermanos Marx. 
Después de la guerra, los hermanos se reunieron para filmar "A night in Casablanca" (1946) y "Love happy" (1949), películas que recibieron muy malas críticas.

En los años '50, cada uno de los tres hermanos continuó actuando en radio, televisión y cine, quedando Groucho como el más exitoso con su gran show de radio y televisión "You bet your life" (1947-61). Los tres aparecieron en roles separados en el film de Irwin Allen "The story of Mankind" (1957) y fueron reunidos brevemente en la transmisión televisiva "The incredible jewel robbery" (1959). Después de que Chico y Harpo murieron, Groucho continuó escribiendo y apareció en televisión. Aceptó un Oscar honorario para los hermanos Marx en 1974, tres años antes de su muerte.

La vida, el mejor guión de Groucno

UNA INVESTIGACION REVELA TODO LO QUE USTED QUERIA SABER SOBRE LOS HERMANOS MARX Y NO VIO EN EL CINE

JORGECARNEVALEX cometer una biografía definitiva de Groucho Marx, al cabo de una espesa bibliograa que suma medio centenar de libros, parece una temeridad o un exceso. Stefan Kanfer -redactor y editor jefe del semanario Time por más de veinte años- encara la tarea dispuesto a llevar a cabo una investigación más intensa y abarcadora. ¿Quién fue Groucho en definitiva? ¿Ese icono de cejas espesas y bigote pintado que disparaba réplicas filosas mordisqueando su cigarro para encanto de varias generaciones de americanos? ¿Un señor malhumorado que maltrataba a sus mujeres y hacía jugosas diferencias en la Bolsa? ¿Un megalómano que vivió hasta el final edificando su propia leyenda? Kanfer, en 500 páginas que se leen de | un tirón, escribe el mejor guión para la mejor película inédita de los Marx. Fuera de la escena, se dice, los cómicos son tipos secos, amargos y atormentados. Fatty Arbuckie mató a su amante en una fiesta, Chaplin habría cometido estupro, Buster Keaton murió en la miseria y Ab-bott y Costello se odiaban. Kanfer, fatigando archivos y bibliotecas, asegura que los Marx, desde los tiempos del vodevil hasta fines a los '30, eran los mismos dentro y fuera de un escenario. En el teatro y en la pantalla, Chico era el pianista de mirada  tormentosa que perseguía rubias, Harpo , mudo, tocaba la mandolina o la emprendía abocinazos mientras Groucho, avanzando a las zancadas con el cigarro en la diestra, era el arribista dispuesto a sacar la mayor ventaja. Los estadounidenses castigados por el crack de Wall Street veían en el trío a los supremos vengadores de tanta infamia. En la vida diaria, una conducta semejante puede convertirse en la peor pesadilla. Si Chico perdió fortunas en las mesas de juego y con las mujeres, Groucho, un conservador que jugaba de liberal, no sabía expresarse sin sus bromas acidas. En las tablas, luego de pisarle la cola de los mejores vestidos a la sufrida Mar-garet Dumont, exclamaba: "Todo cuanto hay en usted me recuerda a usted. Excepto usted". En la vida real, a punto de separarse de Ruth, su primera mujer, con quien convivió 11 años, durante una cena íntima, le dice a la anfitriona con la mejor sonrisa: "¿En qué prisión pediste la receta de ésto?". Dos de sus tres mujeres sucumbieron en el alcoholismo. Una suerte que también acompañó a su hija. En la intimidad, la idea de la felicidad para Groucho era sentarse a leer The New Yorkero a Somerset Mahgham, acunado por las melodías de Gilbert y Sullivan. Amasó una fortuna con sabias inversiones y en su juventud le gustaba almorzar con  Dorothy Parker en el Hotel Algonquin. Fue tapa de Time en dos oportunidades y su ego engordó considerablemente cuando J.B.PriestIey lo definió como "Rabelais atrapado en celuloide". En Francia, Anto-nin Artaud los asimilaba al surrealis-mo:"Los Marx con sus disparates lúcidos han creado un himno a la anarquía y a la revolución absoluta". Pero los lunáticos implacables de Animal Crackers y The Co-coanuts, esas locas y desordenadas películas de la Paramount, al culminar los '30 eran pura rutina. Por esa época, los Marx apenas se frecuentaban en los estudios. Fueron una familia unida mientras vivió Minnie, su madre y manager. De ahí en adelante se reunían para algún aniversario o para salvar de la quiebra a Chico. En los '70, luego de recibir ese Oscar honorario que Marlene Dietnch calificó como "el Oscar de la muerte, porque te lo dan cuando estás con un pie en la tumba", Woody Alien le preguntó ansioso si tenía planes para otra película. "No, muchacho: tengo planes para morirme". Y cumplió su palabra en el invierno de 1977, a los 86 años de haberlo visto todo. En los funerales, alguien recordó que pocos días antes un cronista imprudente le había preguntado cómo le gustaría que lo recordaran. "Vivo", respondió Groucho y se lo quedó mirando.

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