Uno de los platos fuertes del arte, en el Recoleta

 64 obras de colecciones de museos rusos y del Museo Ruso de San Petersburgo se exhibirán por primera vez en Argentina. Organizada por Teresa Bulgheroni, esta exposición ofrece una visión completa de las distintas tendencias del arte moderno que tomaron cuerpo en Rusia durante los años anteriores y posteriores a la revolución de 1917 y que constituyen una de las etapas más interesantes de la historia del arte del siglo XX.En esta muestra no sólo se expondrán las figuras más relevantes de la Vanguardia Rusa, sino que el público argentino tendrá la oportunidad de apreciar magníficas obras de arte pertenecientes a los museos provinciales, prácticamente desconocidas hasta ahora fuera de Rusia.Las dimensiones del país ruso son tales que, por muy ricas que sean las colecciones de la Galería Tretiakov o del Museo Ruso, son incapaces de reflejar el fenómeno cultural que tiene lugar simultáneamente en la región del Volga, de los Urales o en Siberia. Esta misión recae entonces en los museos provinciales, que conservan riquísimas colecciones de arte ruso desde sus orígenes hasta nuestros días. Los museos provinciales de Tula, Astrajan, Nizhni-Novgorod, entre otros, guardaron durante muchos años cuidadosamente los tesoros artísticos de la Vanguardia Rusa, y por fin hoy pueden mostrarlos al público. Para comprender la gran diversidad de las pinturas que serán exhibidas, es importante tener en cuenta la evolución de Occidente y la de Rusia. Antes de la I Guerra Mundial, los artistas rusos viajaban mucho, mostrando un apetito voraz por las innovaciones del Cubismo parisino, del Futurismo italiano y del Expresionismo practicado en Munich y en Berlín. Pero es erróneo suponer que el vanguardismo ruso fue llevado a Rusia desde Europa. Los vanguardistas también iban a la busca de sus propias raíces culturales y la idea de un arte independiente con respecto a Occidente comenzaba a despuntar. La herencia de sus propias tradiciones artísticas, como los iconos y frescos rusos antiguos, y la influencia del arte popular ruso (los lubka), fueron determinantes en la formación del nuevo movimiento artístico. El resultado fue una síntesis, que sería transformada por la guerra y la revolución.Los artistas rusos se convirtieron, de esta manera, en los pioneros del arte abstracto: su alejamiento de la tradición representativa, con el abandono de la objetividad, creó el hilo conductor que vinculó los diferentes estilos. El neoprimitivismo, el rayonismo, el cubofuturismo, el suprematismo y el constructivismo se encuentran en la selección de obras de sus más relevantes artistas: Kazimir Malévich, Aleksandr Ródchenko, Vasili Kandinsky, Mijaíl Lariónov, Natalia Goncharova, Vladimir Tatlin, L. Popova, entre otros. De hecho de 1907 a 1921 aproximadamente, Rusia vivió una espectacular explosión artística cuyos desórdenes teóricos y formales son comparables a los que sacudieron al mundo occidental en la misma época. En la exhibición Vanguardia Rusa se podrán apreciar por primera vez en nuestro país las obras maestras de 31 artistas pertenecientes a las colecciones de 16 museos rusos.