SAN MARTIN

 

EL MUNDO DE SAN MARTÍN  Cambios en Europa y América

José Francisco de San Martín representa la grandeza de un genio político y militar al servicio de la libertad.
Su gesta del Cruce de los Andes, sin precedentes en América, fue la llave maestra para la liberación de tres países -la Argentina, Chile y Perú y de] resto del continente, al que siempre, por encima de cualquier caudillismo e interés local, concibió como Patria grande. A la  vez, fue un modelo de
hombre de armas que confió en la fuerza de los ideales y que, sin apetencias
personales de poder, hizo un culto de la austeridad 

En su testamento, San Martín estableció el destino no de su-sable:" Le será entregado al general de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prenda de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros".

cine 

EL SANTO DE LA ESPADA (197o)
el libro
 SAN MARTIN Y DE  LA EMANCIPACÓN AMERICANA
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san martin

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cruce de los andes

E1 siglo XIX fue de grandes cambios porque Europa comenzó a poblarse de chimeneas y conspiraciones. La expansión de la industria terminó por socavar definitivamente las viejas instituciones heredadas de la Edad Media, y las ideas de la Ilustración, que habían madurado durante la centuria anterior, comenzaron a plasmarse en propuestas políticas y sociales. El llamado Antiguo Régimen vio cómo se estremecía uno de sus pilares fundamentales: la monarquía. En 1789, la Revolución Francesa, con sus ideas de libertad igualdad y fraternidad", derrocó al rey Luis XVI, instauro la República y se convirtió en referente de las nuevas fuerzas sociales que surgían en el mundo.

EN EL VIEJO MUNDO

También en el siglo XIX, Inglaterra, en plena expansión industrial, necesitaba ampliar sus mercados. Las manufacturas inglesas eran recibidas en Cádiz, España, y desde allí se distribuían hacia América. Esto significaba una limitación muy grande para los británicos. Y un problema para las economías americanas: los productos se encarecían al ser monopolizados desde España. Tanto los industriales ingleses como los comerciantes del Nuevo Mundo aspiraban a un circuito más directo, para vender más los unos y para comprar más barato los otros. Dijo Juan Bautista Alberdi, en Póstumos: La independencia americana es el Resultado natural e inevitable de las necesidades económicas, de los intereses generales de la civilización de ambos mundos". Y por cierto que Inglaterra era por entonces la más avanzada nación europea, llamada a ejercer una supremacía. Convertida en dueña de los mares, Inglaterra imponía nuevas relaciones comerciales, más modernas, en desmedro de los viejos imperios, como el español. En tanto, en la Europa continental, la arrolladora expansión napoleónica trastocaba a las viejas casas reales, incluso a la monarquía española.

LA SITUACION EN AMERICA

Por su parte, los patriotas hispanoamericanos se sintieron alentados por la independencia de Estados Unidos 11776) y, más allá de su mayor o menor fervor republicano, vieron en la toma de la Bastilla la prueba de que el viejo orden podía ser subvertido. No escapaba de esta posibilidad el imperio español, que mantenía sujetos los destinos de América a los dictados de Madrid. La destitución del rey español Fernando VII por parte de Napoleón en 18o8 abrió nuevas posibilidades de acción de los patriotas. Al igual que en España, formaron Juntas de gobierno locales. La Revolución de Mayo siguió este rumbo. En este ambiente aún convulsionado, San Martín regresó a Buenos Aires y comenzó su trascendente campaña libertadora.

NACIO EN YAPEYU Y A LOS CINCO AÑOS

FUE LLEVADO POR SU FAMILIA A ESPAÑA

En la población de Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú, el 25 de febrero de 1778, Gregoria Matorras, española de Castilla la Vieja, tuvo su quinto hijo, José Francisco, un varón de tez morena y cabellos lacios y negros. Antes que él, ya habían nacido sus hermanos María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín Rafael y Justo Rufino. Todos eran hijos de Gregoria y del capitán Juan de San Martín.
Entonces, a dos años de la creación del Virreinato del Río de la Plata, Yapeyú era una reducción de indios, fundada en 1626 por la Compañía de Jesús, por lo que no sorprende que la nodriza del futuro Libertador haya sido una indígena guaraní, de nombre Rosa Guarú.
El padre de San Martín, también castellano, había sido designado teniente gobernador de Yapeyú en 1774. En 1781, los San Martín se trasladaron a Buenos Aires, a una casa situada en la actual calle Piedras, entre Moreno y Be1grano. En 1783, la familia regresó a la metrópoli, a bordo de la fragata Santa Balbina Al llegar a España, José Francisco tenía seis años.
San Martín estudió en la Escuela de las Temporalidades de Málaga, donde se había instalado su familia. Pero su destino, al igual que el de sus hermanos, sería la carrera militar.

EN EL CAMPO DE BATALLA OBTUVO EL GRADO DE TENIENTE CORONEL

Como cadete del Segundo Batallón de Murcia, San Martín actuó en Marruecos contra los moros. Luego, pidió ser agregado a la compañía de Granaderos y, por primera vez, entró en combate. En 1793 se incorporó al ejército de Aragón, con el que fue destinado al Rosellón, sur de Francia. Participó en la guerra contra Inglaterra, actuó en Portugal y Gibraltar. Estando en Cádiz ya había alcanzado el grado de segundo capitán del batallón Voluntarios de Campo Mayor. Durante la lucha contra Napoleon su regimiento se incorporó al ejército de Andalucía, al mando del general Francisco J. Castaños. Se distinguió en Arjonilla, frente a las avanzadas francesas del conde de Dupont y en Bailen, donde las tropas napoleónicas fueron derrotadas. San Martín fue ascendido a teniente coronel. En i8lo, fue nombrado ayudante del marqués de Coupigny y, luego, comandante agregado del Regimiento de Dragones de Sagunto. Después se pondría al servicio de la ernancipación de
América.

Máximas

Cuando San Martín partió de Mendoza para cruzar los Andes, su hija, Mercedes (arriba) tenía cuatro meses Se volvieron a ver en 1818, después M triunfo de Chacabuco ,y en 1824, cuando se embarcaron juntos rumbo a Europa. En 1825, San Martín redactó para ella estas "Máximas": lº. Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: "Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos". 2º. Inspirar-le amor a la verdad y odio a la mentira. 32. Inspirarle una gran confianza y amistad pero uniendo el respeto. 4º. Estimular en Mercedes la caridad con los pobres. 52. Respeto sobre la propiedad ajena. 69. Acostumbrarla a guardar un secreto. 72. Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones. 8º. Dulzura con los criados, pobres y viejos. 9º Que hable poco y lo preciso. 10º Acostumbrarla a estar formal en la mesa. 11º Amor al aseo y desprecio al lujo. 122. Inspirarle amor por la Patria y por la Libertad.

SU RELACION CON OTROS PATRIOTAS AMERICANOS Y CON LAS LOGIAS

Por otra par-te se extendía la Gran Reunión Americana, sociedad patriótica ligada a la masonería, que había sido fundada por el venezolano Francisco de Miranda (abajo) en Londres, y que pronto tuvo filiales en Cádiz, Sevilla y ciudades hispanoamericanas. Simón Bolívar y José de San Martín formaron parte de la organización. San Martín tomó cotacto con ella en Londres. La masonería, que proclamaba igualdad, libertad y fraternidad, sirvió de soporte para los movimientos de emancipación. Antes de que San Martín viajara a Buenos Aires, se formó una logia, que luego adoptó el nombre de Lautaro En 18l2, Alvear y San Martín, entre otros miembros de la logia, llegaron a Buenos Aires y ofrecieron sus servicios al gobierno patrio. Entre sus objetivos figuraba alcanzar una rápida independencia de España.

DE VICTORIA EN VICTORIA, BREGO POR LA LIBERACION DEL CONTINENTE

Poco después, los ideales se trasladaron al campo de batalla. En 18l2, San Martín creó el Regimiento de Granaderos a Caballo que, el 3 de febrero de 1813, en San Lorenzo, derrotaba a los realistas. Luego quedó al mando del Ejército del Norte- que dirigía Manuel Be1grano- pero por pocos meses.
En 1814, San Martín fue nombrado gobernador de Cuyo. Dos años después, se declaró la independencia, uno de sus mayores anhelos. Entonces se preparó para consolidar y extender la libertad con el Ejército de los Andes. Tras cruzar la cordillera, en Chacabuco (Chile) el 12 de febrero de 1817, los efectivos del Ejército derrotaron a las fuerzas realistas. En Maipú, el 5 de abril de 1818, una nueva victoria decidió la liberación de Chile. Los chilenos ofrecieron a San Martín el cargo de Director Supremo, pero éste lo declinó en favor de Bernardo O'Higgins.
Ya en pos del Perú, San Martín, con 4.Ooo hombres, partió de Valparaíso el 2o de agosto de 1820 y en setiembre desembarcó en Pisco. Enfrentado a 20.000 efectivos, el Libertador desplegó una guerra de desgaste y fomentó la rebelión dentro de las propias filas enemigas. Tras varios combates, el io de julio de 1821 San Martín entró en Lima. Allí, el 28 del mismo mes proclamó la independencia, asumiendo el gobierno con el título de Protector del Perú. Abolió la esclavitud, estableció la libertad de imprenta e impulsó la instrucción pública.


Logia Lautaro

En enero de 1812, San Martín se embarcó en la fragata Preocupe Canning (a rri ba, ese momento en un óleo de Norman A. clarke en compañía de Carlos de Alvear y de otros patriotas. El 9 de marzo, la nave llegó a Buenos Aires, donde gobernaba el primer Triunvirato, que trataba de expandir la Revolución de 18lo. Alvear y San Martín fundaron una filial de la Logia de los Caballeros Racionales, que el Libertador rebautizó como logia lautaro Este nombre, fue tomado de un cacique araucano que en el siglo XVI se había sublevado contra los españoles y aludía, quizás a sus planes de liberación americana. A principios de 1819, se fundó una filial de la logia Lautaro en chile. Este grupo intentó usar al Ejército Libertador para dirimir problemas internos, pero San Martín lo impidió.

TRAS EL TRIUNFO, LA RENUNCIA AL PODER, EL EXILIO Y LA MAYOR AUSTERIDAD

La gestión de San Martín en Perú tropezó con las luchas entre facciones, que alteraba la disciplina en el ejército. Por eso, el Libertador recurrió a Simon Bolívar, que encabezaba una campaña similar en el norte de Sudamérica. Si bien ambos generales compartían Ia mision continental de la lucha, el venezolano ejercía un estilo más autoritario de mando. Tras el encuentro en Guayaquil, San Martín renunció a todos sus cargos. viajó a Chile y, posteriormente, pasó a Mendoza, donde permaneció unos meses. La proximidad de la puja de facciones en Chile lo decidió a tomar distancia. Se trasladó a Buenos Aires, junto con su hija Mercedes y, luego de la muerte de su esposa, Remedios de Escalada, se fue a Europa.
El 23 de abril de 1824 llegó al puerto francés de El Havre Su presencia despertó sospechas y múltiples consultas entre las autoridades galas y de otros países. Sus papeles fueron incautados y prolijamente revisados, pues sus antecedentes revolucionarios eran "inquietantes". Pero sus documentos, que según los funcionarios estaban "impregnados de un republicanismo exaltado", le fueron devueltos. El 4 de mayo de 1824, San Martín se embarcó con su hija Mercedes hacia Inglaterra. Poco tiempo después se radicó en Bruselas.
En 1829, con un pasaporte a nombre de José Matorras, volvió a Buenos Aires para ofrecer sus servicios en la guerra contra Brasil pero, ante la conmoción interna que asolaba a la ciudad, decidió no desembarcar. Una comitiva enviada por el general Juan Lavalle se reunió con él a bordo y lo instó a tomar el mando. Pero San Martín se negó y regresó a Europa.
Dejó Bruselas y se trasladó a las cercanías de París, en Grand Bourg, donde encontró el apoyo del banquero español Alejandro Aguado. En 1848 se mudó a Boulogne-sur-Mer. Allí murió, el 17 de agosto de 185o, a las tres de la tarde. Sus restos fueron repatriados en i88o y ahora descansan en la Catedral porteña.

Un exitoso cambio de estrategia

E1 Libertador era un hombre de fuertes convicciones morales, dentro de un universo ético que también comprendía una aguda visión de la política y de la guerra. La liberación de la Argentina, Chile y Perú no fue sólo la obra de un voluntarista, sino también el resultado de la aplicación correcta de las técnicas de combate vigentes. Victorioso en el combate de San Lorenzo -su primera intervención militar en suelo americano, 1813-, San Martín no se envaneció ni se dejó tentar cuando se lo designó como jefe del Ejército del Norte. Esta fuerza, que había dirigido Manuel Be1grano hasta 1814, seguía siendo vista por los patriotas como la herramienta principal para que la Revolución de Mayo (i8lo) se impusiera en el Alto Perú, principal bastión realista en América del Sur. Pero San Martín, según su visión estratégica, sabía que, para contener a los realistas por el norte, bastaba la "guerra de guerrillas" que sostenían Martín Miguel de Güemes y sus gauchos. En cambio, para doblegar a Lima pensaba que no se podía avanzar en forma lineal y directa hacia el norte. Había que dar un paso al costado: cruzar la Cordillera de los Andes y desde Chile, esta vez por mar, llegar hasta Perú. Los hechos demostraron que el Libertador estaba acertado: su 'plan fue exitoso y permitió la independencia de Chile (18l8) y de Perú (1821) y la consolidación de la de nuestra patria.


LA UNIDAD AMERICÁNA

LA UNIDAD CONTINENTAL, CUYA vigencia tiene diversas instancias, como la Organización de Estados Americanos (1948), el Pacto Andino (1965) o el Mercosur (1991), es uno de los planteos más reiterados en la historia de América desde que dejo de ser un territorio colonial. El americanismo, con distintos conté nidos y_,enfoques -a veces contradictorios-, resurge siempre como una fórmula superadora del estancamiento económico y social o de las dificultades políticas de la región. Precisamente, en el inmenso legado de San Martín se destaca la concepción unificadora de América. Cuando pensaba en la Independencia, lo hacía en términos continentales. Un accionar mancomunado entre las diferentes "patrias chicas" era el único camino hacia una plena liberación. Consecuente con esta línea de pensamiento, rechazó el caudillismo y se negó a participar en enfrentamientos entre hermanos. En una carta dirigida a su amigo Tomás Cuido afirmó: "Ud. sabe que yo no pertenezco a ningún partido; me equivoco, soy del partido americano".
Cuando San Martín decidió abandonar España, ostentaba el grado de teniente coronel, y lo había ganado en combate. Por delante tenía una brillante carrera militar, que implicaba prestigio, fortuna y poder. ¿Qué fue lo que llevó al joven oficial de 34 años a abandonar tan~ tas posibilidades de éxito para ponerse al frente de un ejército de insurrectos americanos? Indudablemente, movido por ideales más poderosos que sus propios intereses, San Martín no olvidó que había nacido en América y, en algún momento, entendió que ello vinculaba su vida a una multitud de seres anónimos que, al otro lado del Atlántico, poblaban un mundo con una identidad propia aún no reco~ nocida. Poseyó la fuerza necesaria para hacer realidad el sueño de una América que aún no existía y que jamás, aún en la etapa precolombina, había existido. Y tuvo el coraje de arriesgar su vida en aras del sueño de la Patria Grande.


EL PLAN MAITLAND En su libro Maitlandy San Martín, Rodolfo Terragno cuenta que en el Archivo General de Escocia encontró un plan redactado en 18oo por Thomas Maitiand. Este oficial escocés establecía los pasos que debía seguir Inglaterra para apoderarse de las colonias españolas en Sudamérica. El plan coincidía, en gran parte, con el que luego siguió San Martín: cruzar los Andes, derrotar a los españoles en Chile y, finalmente, liberar el Perú. Terragno,sostiene que San Martín pudo tener acceso a dicho plan.

>ECOS DE GUAYAOUIL

En una cartá'fechacla en Bruselas el 18 de mayo de 1827, San Martín le aconsejaba a Simón Bolívar: "Al llegar ahora hasta mí las más alarmantes noticias, siendo la más grave la que se refiere a federar a Bolivia, el Perú y Colombia con el vínculo de la Constitución vitalicia, cuyo jefe supremo vitalicio sería V.E. y con la facultad de nombrar sucesor, me apresuro y me permito darle el mismo consejo que el año 22 pusiera en práctica al sacrificar mi posición personal de aquella hora, para que pudiera triunfar la causa de la Libertad americana. Vuestra obra está terminada como lo estuvo la mía;

deje que los pueblos libres de América se den el gobierno que más les convenga a su estructura política y retorne VE a la vida privada con la inmensa satisfacción de haber sido el Libertador de todo un continente".

>RESPALDO PARA SU PLAN

Juan Martín de Pueyrredón, director supremo entre 18l6 y 1819, apoyó la campaña de San Martín a pesar de los problemas financieros de¡ gobierno. Se reunieron en 1816 y ese mismo año, Pueyrredón describió la situación en una carta: "Van doscientos sables de repuesto que me pidió. Van doscientas tiendas de campaña o pabellones, y no hay más. Va el mundo. Va el demonio. Va la carne".

>EN TODAS PARTES

En casi todas las localidades argentinas hay una plaza, una calle, una escuela o un club que llevan el nombre del Libertador. El recuerdo se extiende a numerosos monumentos, estampillas, billetes y monedas. El reconocimiento no se limita a nuestro país. En 1951 fue inaugurada una estatua en el Central Park de Nueva York.


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cadete de segundo batallon de murcia

relacion con las logias

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batalla de maipu

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en 1812 cuando se embarco para buenos aires

escultura de angel ibarra

medalla alusiva a la unidad americana

la oea

sable entregado a rosas al morir san Martin

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alfredo alcon en el santo de la espada

biografia

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