NOTA DE CLARIN DE SAINT
EXUPERY
LO QUE SUPO DARNOS EL PRINCIPITO
POR SANTIAGO KOVADLOFF
difusión
que la poesía se resiste a morir en los hombres o, mejor, que nos resistimos a
morir encallados en lo prosaico y que esa resistencia es la poesía. El fenómeno
de su venta incesante nos habla de algo aún más sorprendente y radical que el
éxito de un libro; nos habla de la insistencia del hombre que somos todos en
seguir siendo humanos, nos habla de nuestra insistencia en serlo, de nuestra
necesidad de insistir. Porque el hombre, antes que el ser que insíste con
evidencia, es el ser que insiste con obstinación. la Biblia no es, a mi juicio,
el libro más leído porque nos transmita una verdad inequívoca, inamovible,
dogmática, sino el libro que nos comunica una esperanza bajo la forma de una
tarea. Algo similar logra SaintExupéry en El Principito. Sus páginas, las de
este libro excepcional, transmiten una convicción primordial: no hemos nacido
para otra cosa que para descubrimos incesantemente, No tenemos identidad sino
sed de trascendencia: queremos ser otros, siempre otros, ir siempre más allá
de donde estamos, de lo que ya sabemos, de lo literal, de lo obvio, de lo
consumado. Cabe también preguntarse por qué este libro puede, al unísono,
conmover a un niño y a un adulto, e incluso a ese niño cuando se hace adulto.
Creo que si la respuesta no consiste por entero en lo que digo, bien puede tener
que ver con lo que pienso: El Principito nos enseña que vivir es un milagro; un
milagro es algo excepcional El
Principito viene a probar con su enorme
ASEGURA SANTIAGO KOVADLOFF
Filósofo
Y POETA
CLARIN 25/06/2000