MUJERES DE VANGUARDIA VICTORIA OCAMPO
Desenfadada
y sensual, desafió el prototipo femenino de los años '20 y el de
la clase alta" al conducir su propio auto, en era admirada en mangas de
camisa. Adorada por hombres brillantes a quienes correspondió con su
amistad, se enamoró de la intelectualidad de
notables como Eduardo Mallea y el
conde Key serling, pero tuvo un maNacida
en el seno de una familia tradicional en 1890, Victona Ramona Rufina Ocampo
Aguirre y sus cinco hermanas se criaron entre institutrices. Una de ellas,
francesa, le enseñó el idioma que al poco tiempo hablaría como propio.
Estudió en la Sorbonne y el Collége de France, en París, pero regresó a su
tierrra
natal, en la que los artistas, escritores y científicos "deben rendir
examen todos los días", como solía rezongar.
En 1913 se casó con Mónaco de Estrada, pero al poco tiempo, el matrimonio
naufragaba. Siguieron juntos porque ella no quiso disgustar a sus padres. En
París conoció a su gran amor, Julián Martínez Estrada, primo de su marido. Y
siendo una devota de la franqueza y la verdad, vivió condenada a la
clandestinidad gran parte de los diecisiete años que estuvieron juntos.
En 1924, junto al poeta bengalí Rabindranath Tagore, conoció el "amor-pasión",
como ella misma lo llamaba. Pero nunca lograron sellarlo. Tagore tenía 63
años, la edad de su padre. De paso por la Argentina, una enfermedad repentina
le impidió abandonar Buenos Aires. Apabullada por aquel hombre cansmatico, la
escritora alquiló una quinta en San Isidro a pocas cuadras de su residencia y
lo cuidó dos meses sin confesarle su amor. Tagore nunca supo que la relación
entre Victoria y Martínez Estrada fue el motivo de su silencio. Sus, vidas se
habían cruzado fugazmente y demasiado tarde.
Victoria Ocampo no tuvo hijos y entregó su amor ma
Fundadora de la revista literaria Sur y autora de Testimonios y Autobiografía,
entre otros, donó a la UNESCO la señorial Villa Ocampo de San Isidro y su
Villa Victoria, en Mar del Plata.
Precisamente en Villa Ocampo murió, el 27 de enero de 1979. "El último
beso se lo di yo y también le cerré los ojos “ recucuerda su ahijado, ahora
ingeniero, antropólogo e improvisado constructor naval