MARCO POLO
Para el Viajero Ilustrado, ya lo saben los lectores, el mundo es más que mapas y descripciones enciclopédicas. Ocurre que el Viajero se lanza al mundo como un explorador: vuela, camina, navega, sube y baja de trenes, subtes, autos, bicicletas, caballos o cualquier otro medio de transporte disponible poseído por el afán de descorrer los velos que caen sobre los paisajes, las personas que los habitan y sus costumbres. En esta vocación se puede adivinar que el Viajero hace gala de una herencia varías veces centeriaria. Por supuesto, los viajeros habitan en la historia tanto corno las guerras y las revoluciones. Sin embargo, hay uno que ha nutrido su espíritu de manera especial.

Ese personaje fundacional es Marco Polo y su obra, El libro de las maravillas del mundo (publicado en los primeros años del siglo XIV). Claro que, el veneciano es una fuente de inspiración inagotable para el Viajero. No importa q4e'sus travesías por las lejanas tierras Oríentales..ya sumen más de 700 añOs porque fue éste hombre quien por primera vez Inostró a los europeos la e)dstencia de aquel rincón del planeta. Es por eso que en sus incansables andaiizas el Viajero no olvida que esta obra es quizás el libro de viajes más famoso e influyente de toda la historia. Lejos, muy lejos de los equipos satelitales de posicionamiento global, el gran viajero anduvo por Siam (en la actualidad, Tailandia), Japón, lava, Conchinchina (hoy territorio vietnamita), Ceilán (Sr¡ Lanka), Tibet, India y Birmania. Largos y sorprendentes viajes para un veneciano nacido en 1254. Por eso el Viajero Ilustrado recuerda a Marco Polo, reconoce su influencia y no puede dejar de sentirse heredero de un precursor.

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