MAQUIAVELO

 

por:DANIEL MOLINA

 

Los biógrafos suelen tener una compleja relación con los personajes sobre los ‑que escriben. Ya en la elección del personaje se entremezclan razones más o menos objetivas con cuestiones afectivas. El amor y el odio, la admiración, el rechazo son componentes tan esenciales de una buena biografía como la erudición, el manejo de fuentes confiables y estilo. En La sonrisa de Maquiavelo, Mauricio Viroli no oculta su admiración por ,uno de los hombres más singulares del renacimiento: Nicoló Maquiavelo. Esa simpatía es la base de esta singular biografía, en la cual Maquiavelo aparece por primera vez como un hombre "no maquiavélico». Viroli dedicó veinte años a estudiar la obra y la vida del gran pensador florentino. Es autor de una elogiada monografía .académica sobre el autor de El príncipe de la cual, esta versión para el gran público es deudora) y es profesor de teoría política en la Universidad de Princeton Vioroli conoce a su personaje, lo intuye con lucidez y sabe presentárselo al lector actual. A pesar de haber vivido hace 50 años, el Maquiavelo que presenta en esta biografía es nuestro contemporáneo: un hombre moderno que se debate en medio   de crisis políticas abrumadoras; un hombre que a pesar de poseer una lucidez política deslumbrante fracasa irremediablemente en su carrera porque la sabiduría no salva a nadie de la mediocridad de los que toman las decisiones, de lo que detentan el poder. En sus escritos finales, Louis Althuse ,se dedicó a reflexionar sobre Maquiavelo en ellos afirma que cuando se está construyendo un mundo nuevo nadie puede decir cómo será, por eso la lucidez de Maquiavelo es una excepción absoluta en 1a historia. Althuser, incluso, sugiere que el florentino fue el pensador político más lúcido que jamás haya existido y el único que soñó una utopía ‑el Estado moderno que se ha realizado. Maquiavelo aparece en un momento singular de la historia  Europea: se están formando las naciones Italia encuentra dividida en varios Esta los enfrentados entre sí; la política es ujuego macabro de conspiraciones diplomáticas en la que abundan las batallas y tras el humo y el polvo que levantan los saqueos y la destrucción de las murallas nadie logra ver nada. La Edad Media se está cayendo a pedazos, se deshilacha por doquier, pero aún no se intuye siquiera cómo será el mundo que está surgiendo: la Edad Moderna, , Así, entre bambalinas, aparece con más claridad ese hombre que amaba la belleza por sobre todo y que creía que iría al Infierno por haber vivido intensamente. "No era maquiavélico por una razón muy simple. Los maquiavélicos son personas mezquinas, astutas y que persiguen su propio interés, y Maquiavelo era un hombre de gran corazón, que bus caba la sabiduría y perseguía la libertad de la república. Finalmente, los maquiavélicos siempre ganan, y Maquiavelo fue un perdedor", dice Viroli al trazar sintéticamente su retrato. Maquiavelo no vio realizado ninguno de sus sueños. En 1512 vio morir la República de Florencia por la que había luchado. Deseaba que Italia fuese libre de los poderes extranjeros y en 1527 fue testigo de la pérdida de esa libertad. Detestaba el poder terrenal que ejercía la Iglesia y no presenció más que el vertiginoso crecimiento de ese poder. Como dice Viroli, fue un perdedor que apostó por causas perdidas. Pero ese perdedor alcanzó la gloria a través de sus escritos: fue precisamente el fracaso de su carrera política (como hombre que no había nacido noble no podía aspirar a los grandes cargos) lo que le permitió dedicarse a dialogar con sus queridos maestros: ron sus verdaderos interlocutores, os autores de las obras que iluminaron sus escritos más importantes. Respetaba que cada hombre viviera la vida a su manera y este respeto lo llevaba a apoyar la diversidad social y la cultural con un fervor más acorde con los comienzos del siglo XXI que, con los del XVI. En su juventud fue testigo de la oratoria inflamada de Savonarola. Aunque respetaba, al rígido sacerdote nunca fue su partidario: le parecía que Savonarola proponía un estilo de vida que sacrificaba la alegría y obligaba a los hombres a someterse a preceptos que odiaban, pero sobre todo creía que alguien que prometía el Paraíso estaba condenado al fracaso porque no tenía armas para imponerlo. Lo llamó « El profeta desarmado" (así tituló Isaac Deutscher su biografía de Trotsky). "Los profetas desarmados siempre acaban mal», dijo poco antes de que Savonarola fuese ajusticiado..Viroli cuenta que Maquiavelo era un apasionado estudioso de la naturaleza humana. Sus escritos abundan en apuntes sobre la transformación que sufre la conducta de los que, alcanzan alguna dignidad. o poder. 'Tos hombres que tienen poder son envidiosos y mezquinos, por eso miran con desconfianza a los que actúan con rectitud, a los que son inteligentes y rectos. Los que tienen poder se afanan por hacerle daño y por impedirle concretar su obra al que no es como ellos, es decir, al hombre honesto. Los honores, los privilegios y el éxito los obtienen los que saben adular y servir a los poderosos; nunca, los más capaces", le dice en carta a un amigo un Maquiavelo ya desencantado de la conducta de los poderosos. Vivió endeudado, ayudando a sus ami­gos, frecuentando tabernas y leyendo sus queridos clásicos. Nunca tuvo dinero, pero cuando no le faltó metálico a su bolsa lo compartió rápidamente, por eso no en­tendía la avaricia de los ricos ni la desespe­ración por obtenerlo que mostraban los pobres que alcanzaban algún cargo político. En uno de sus escritos relata la caída de Constantinopla en manos de los turcos. Cuenta Maquiavelo que el emperador con­vocó a los ciudadanos para pedirles dinero con el que pudiera enfrentar el peligro que los acechaba. Los ciudadanos no quisieron dar su dinero y la ciudad se encontró de­sarmada. Cuando llegó el sitio de las tropas turcas, llorando acudieron al empera­dor para ofrecerle su oro. El emperador les dijo (pero, en verdad, es Maquíavelo el que habla a través del personaje): "Id a morir con ese dinero, dado que no habéis querido vivir sin él». Ni los ciudadanos de Constantinopla ' se llevaron al otro mundo(el oro que atesoraron ni Maquiavelo se privó de dejar a la posteridad sus brillantes reflexiones, un oro más puro que el que abunda ‑en este mundo.

origen de datos:clarin cultura del 3/12/2000

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