Juan Manuel de Rosas
INTRODUCCION
Juan Manuel Jose Domingo Ortiz de Rozas y Lopez de Osornio, nació en la calle
Santa Lucia, ( hoy Sarmiento ) en la medianoche del 30 de marzo de 1793. Su
padre León Ortiz de Rozas, había llegado a Capitán del Regimiento Fijo de Buenos
Aires. En 1790 don León contrajo matrimonio con Agustina López de Osornio, cuyos
ascendientes afincaron en Buenos Aires desde el siglo XVIII.
La primera interrupción en sus actividades de estanciero fue debida a las
invasiones inglesas. El 12 de agosto de 1806 estuvo Juan Manuel entre " los
voluntarios que formaron el ejercito que reconquisto Buenos Aires". Luego de la
rendicion Liniers lo devolvió a sus padres, portador de honrosa carta
testimonial.
Desde enero de 1807, Rosas estuvo incorporado a los Migueletes con sueldo de
doce pesos mensuales y concurrencia a ejercicios militares.
Entre los 17 y los 27 años, junto con la juventud de Rosas, transcurrió la
primera década de gobierno propio en el país. El proceso histórico que fue la
revolución de Mayo a la gran crisis sociopolitica del Año XX, transformo al
estanciero bonaerense en activo defensor del orden porteño, hasta abrírsele
nuevo destino a su existencia.
El proceso iniciado en 1810 había sido obra de una minoría ilustrada a la cual
los pueblos daban asentimiento, si interpretaban sus aspiraciones. Los
contenidos teóricos republicanos, cayeron poco a poco en total
desnaturalización. La democracia carecía de sustentación social y la república
era traicionada al gestarse monarquías exóticas. El país comenzaba a enfeudarse
al capital comercial extranjero, y la independencia se convertía en una ficción
política. Las masas nativas resultaban víctimas de la desocupación, el desahucio
legal para ocupar la titularidad del Estado, e incorporarse dignamente a la vida
cívica.
Todos esos factores las impulsaron a ejercer una soberanía popular vacante, y
dieron carácter social al derrumbe del institucionalismo centralizador portuario
el año XX. Las circunstancias confluyentes hicieron converger sobre Buenos Aires
a las masas nativas, desocupadas del ejército regular luego el pronunciamiento
de Arequito. Los gauchos y montoneras reclamaban su participación política y
social, hasta entonces sólo considerará útil en las batallas.
Este fue el parto fecundo de la Argentina democrática y federal.
Cada lanza simbolizaba un voto. Esa representatividad asumían los caudillos,
empeñados en erigir cada provincia de acuerdo a la realidad geopolítica hasta
entonces sojuzgada.
Allí nació Buenos Aires a su autonomía provincial, ya qué todavía no podía
hablarse de una fundación federal.
Recién a partir de allí, en la lucha por encontrar las mejores instituciones o
gobernantes provinciales, sobrevino la anarquía. Esta ultima fue un fenómeno
porteño, a la que puso término Juan Manuel de Rosas, apoyado en los colorados
del Monte, y su indudable genialidad política.
En el interior se hizo imprescindible la organización autonómica de las
provincias precisamente para evitar la anarquía ante las desaparicion de la
autoridad central.
Y sin sobresaltos, , gobernaron Bustos en Córdoba, Ibarras en Santiago, Araoz en
Tucumán, López en Santa Fe, y Guemes en Salta.
La situación porteña fue resuelta por Dorrego. Rosas acompañó a Dorrego (elegido
gobernador el 4 de julio) en su marcha contra las montoneras federales invasoras
de la campaña.
El 2 de agosto en san Nicolás vencieron al general Alvear unido al chileno José
Miguel Carrera. El 12 destruyeron a los famosos Dragones de Estanislao López en
Pavón.
La clase ganadera y terrateniente ansiaban la paz, indispensable para la
economía rural complementaria de la exportación. Los mercados extranjeros
solicitaban sus materias primas y se necesitaba la expansitud territorial capaz
de incrementar la reproducción ganadera, forzada a situarse en los campos
ubicados al norte de Buenos Aires. Ello no podía consolidarse sin la unión de
Buenos Aires y Santa Fe.
Rosas inicio conversaciones directas con López. Arriesgo compromisos
pacificadores, que Dorrego no quiso escuchar, y este error le fue fatal. El 2 de
Septiembre fue batido en Camonal por los santafecinos. El temperamento ardoroso
fue nefasto para Dorrego, y si la primera vez perdió el gobierno por desatender
a Rosas, ocho años mas tarde perdería la vida, por cometer el mismo error.
EL CRIMEN DE NAVARRO
Al caer la noche del 30 de noviembre de 1828, antes de partir de la capital,
donde se consideraba inminente un golpe militar, Juan Manuel de Rosas, mando un
aviso al gobernador Dorrego: "El ejercito nacional llega desmoralizado por esa
logia que desde micho tiempo nos tiene vendidos". Al día siguiente estallaba el
pronunciamiento de Juan Lavalle con los cuerpos de línea del ejercito.
Rosas marcho en seguida a reclutar gente en la campaña. La " logia " era una
realidad constituida como circulo encargado de la conducción secreta del
unitarismo, "los hombres de casaca negra" y la sentencia contra Dorrego y Rosas
estaba dictada antes del motín. Debían morir, el uno porque encarnaba la
legalidad democrática y popular del federalismo, el otro debido a su prestigio
rural, que era un peligro potencial.
Es explicable que Dorrego no lo creyera posible: acababa de hacer públicos los
manejos de la oligarquía unitaria, sus alianzas con el capital ingles, sus
denuncias contra los comerciantes agiotistas, y conocía la impopularidad
unitaria en el interior. Los creía derrotados para siempre y ese fue su error.
El dia 9 de diciembre se enfrentaron ambas fuerzas. Gauchos desarmados pelearon
sin éxito a las tropas de Lavalle y cuando la derrota fue notoria, Rosas
insistió en aconsejar la retirada al gobernador, que tercamente creía esperar
refuerzos leales. La noche del 10 vio llegar un batallón de Húsares y todavía
ingenuamente salió a recibirlo: el comandante Escribano y el mayor Acha a
quienes reconoció, se apresuraron a tomarlo prisionero y entregarlo a Lavalle,
quien decide por si mismo, el fusilamiento de Dorrego, sin proceso ni defensa.
Rosas fue aconsejado de exiliarse en Brasil, pero decidió ponerse al frente de
las masas bonaerenses, y ejercer su autoridad de Comandante general de la
campaña, a las ordenes del ejercito federal que las provincias reclutaban bajo
el mando de Estanislao López.
Ante la descalificación popular, el golpe decembrista totalmente fracasado,
debió recurrir a la férrea dictadura, que en esos mismos idas, San Martín
reprobó en su retorno al país. Negándose a desembarcar en febrero de 1829,
rechazo el papel de " verdugo de mis conciudadanos", mientras que Lavalle y sus
tropas veteranas eran derrotadas el 25 de abril en Puente de Marquez por las
milicias de López y Rosas.
Lavalle realizo en su gobierno actos dignos de un verdadero tirano. Ordeno los
fusilamientos del mayor Manuel Mesa, edecan de Dorrego y noble guerrero de la
emancipación, ejecutado en la explanada del Fuerte; de los oficiales Manrique,
Cano y otros militares leales a la legalidad.
La jefatura del federalismo bonaerense estaba en manos de Rosas, desde la muerte
de Dorrego. Al mando de sus tropas puso cerco a la ciudad, sitiada por hambre y
miedo.
Al fin Lavalle no aguanto mas y marcho solo al campamento de Rosas. Se produjo
un arreglo " entre porteños". Ni Rosas consulto a López, ni Lavalle se preocupo
de Paz. Los unitarios no se resignaron a una segura derrota electoral, quisieron
ganar las elecciones con una lista amañada desde el gobierno y condenaron el
acuerdo al fracaso. Nuevos tumultos bélicos intranquilizaban la ciudad. Lavalle
y Rosas en un nuevo acuerdo eligieron a Viamonte gobernador.
El día 6 de diciembre se aprobaron las facultades extraordinarias que tendria el
nuevo mandatario hasta la constitución de la próxima legislatura y a las 19 hs
fue elegido Juan Manuel de Rosas, Gobernador de la provincia. Treinta y tres
diputados le votaron; el único voto a favor de Viamonte, pertenecía a su socio
Juan N. Terrero.
El Restaurador expreso públicamente su sentido de la justicia, jerárquica y
legalista, al presidir los solemnes funerales de Dorrego: " La patria, el honor
y la religión han sido satisfechos hoy; tributando los últimos honores al primer
magistrado de la República sentenciando a morir en el silencio de las leyes".
Con el mismo espíritu recibió en marzo siguiente a Quiroga, en otro
impresionante desagravio popular y juro cumplir el mandato legislativo impuesto
al elegírselo: " Sostener la independencia del Estado y su libertad, bajo el
sistema representativo y republicano"
PRIMER GOBIERNO
Los actos del primer gobierno de Rosas fueron consecuentes con la extraccion
social y la suma de intereses coincidentes en su encumbramiento
Rosas definió su posición en la confidencia amistosa con el enviado uruguayo
Santiago Vázquez al asumir la gobernación.
Su gestión fue severa, aunque no excesivamente represiva, se caracterizo por su
esfuerzo en restaurar el orden y la tranquilidad publica, el ordenamiento de las
finanzas y el saneamiento de la administración.
Si el peligro unitario había desaparecido en Buenos Aires, seguia siendo
efectivo en el interior. El general Paz desde Córdoba mantenía su Liga Unitaria,
protocolizada en agosto de 1830 con un pacto entre las provincias del noroeste
ocupadas por su ejercito y revestido del Supremo Poder Militar. La situación
termino recién con la prisión de Paz el 10 de mayo y la derrota de los restos
unitarios mandados por Lamadrid en Ciudadela (Tucumán), el 4 de noviembre de
1831, a manos de Facundo.
Desaparecida la Convención Nacional se creo una Comisión Representativa en Santa
Fe, que integraban representantes de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes. Paso
previo a la convocatoria del Congreso Constituyente exigido por el correntino
Pedro Ferré y objetado por Rosas ante López: " debemos existir y después
organizarnos", eran sus argumentos.
Rosas y Ferré cedieron en punto al aspecto político. Emilio Ravigniani sostuvo
que este ultimo, " siguiendo el plan sugerido por Rosas se había puesto en
acción para ligar provisoriamente a las provincias litorales". El resultado fue
la firma del Pacto Federal el 4 de enero de 1831, verdadero instrumento
constitucional creador de la Confederación Argentina al cual adherieron una a
una todas las provincias entre ese año y 1834.
De ese modo creo Rosas un régimen institucional practico, de verdadera
Confederación política al agrupar estados autónomos unidos por la nacionalidad
común, y cuya representación exterior delegaron unánimemente en el gobierno de
Buenos Aires.
Estaba pendiente el problema del indio, y Rosas lo encaro con la experiencia que
tenia desde antaño. La errónea política seguida con los indígenas por el
gobernador Rodríguez había originado su alejamiento del circulo porteño, en
oposición al unitarismo. Rosas nunca concibió una guerra exterminadora, sino la
adaptación del salvaje al trabajo civilizado y probo que el indio tenia
capacidad laboral.
Cuando concluyo su gobierno, la Legislatura procedió a reelegirlo por un nuevo
trienio, sin acordarle las Facultades Extraordinarias, pero Rosas no acepto el
ofrecimiento, alegando que quería ocuparse personalmente de una expedición al
desierto que desde meses estaba preparando.
La Campaña del Desierto, fue una vasta empresa secundada por sacerdotes,
científicos, labradores, geógrafos, médicos, agrimensores, marinos y excelente
maestranza, en su mayor parte costeada por Rosas
CAMPAÑA AL DESIERTO
Desde hacia tiempo, se venia sintiendo la necesidad de poner fin a las correrías
de los indígenas pampas y araucanos, que asolaban las desguarnecidas fronteras
de Buenos Aires, Córdoba, San Luis y Mendoza.
El foco del poderío indígena se suponía hallarse en Neuquen y en la zona
cordillerana, donde concentraban los cautivos y ganado robado para luego
comercializarlos con sus hermanos de raza en Chile.
El mando general de la campaña fue confiado a Facundo Quiroga cuyo indiscutido
prestigio en el interior seria de gran utilidad. El plan preveía un amplio
movimiento convergente de tres cuerpos expedicionarios.
El grupo de la Derecha, al mando de Felix Aldao, partiría de Mendoza.
El del Centro, a las ordenes de Ruiz Huidobro, saldría de Río Cuarto.
El de la Izquierda comandado por Rosas, partiría desde su estancia de Buenos
Aires.
Los expedicionarios convergirían hacia el sur sobre la isla Choele Choel, y
luego, remontando el Río Negro llegaron a las fuentes del Neuquen y Limay. La
operación se vería, además apoyada por el general Bulnes ( presidente de Chile
), que había prometido realizar una campaña similar por el lado cordillerano.
Lamentablemente el plan solo pudo ser cumplido en forma parcial: Bulnes, antes
de iniciar su marcha murrio asesinado de modo que la operación proyectada del
lado chileno quedo cancelada. Los expedicionarios tampoco recibieron la ayuda
prometida por el gobierno porteño y solo contaron con el apoyo privado de los
estancieros amigos de Rosas.
Aldao, al frente de la División Derecha, llego hasta Malargue y desde allí
tuvo que replegarse por el mal estado de sus caballadas.
Ruiz Huidobro, con la División del Centro, choco con Yanquetruz, cacique de
los ranqueles y aunque victorioso no pudo impedir que los indígenas se
salvaran. Los rumores señalaban que los hermanos Reinafe, jefes de las tropas
cordobesas, estaban en connivencia con los indios: Facundo Quiroga ordeno el
relevo de los implicados, causa del odio mortal que estos le profesaron desde
entonces.
Solo la División izquierda cumplió con el plan previsto. Contando con la
amistad de los caciques pampas y borogas, Rosas patrio de su estancia de
Monte, al frente de 2.000 hombres, rumba a Bahía Blanca. Luego alcanzo el río
Colorado donde estableció el cuartel general, destacando desde allí diversas
columnas que persiguieron a los indígenas en todas direcciones. La mas
importante, al mando de Angel Pacheco, recorrió el Río Negro hasta alcanzar la
confluencia del Neuquen y Limay a comienzos de 1834, dándose con ello por
concluida la campaña.
A pesar del escaso resultado de las divisiones interiores, puede afirmarse que
la expedición en conjunto resulto todo un éxito.
Las tierras liberadas, fueron repartidas entre los expedicionarios, primer
intento de colonización que posteriormente fracaso por falta de apoyo de los
siguientes gobiernos.
A mas de su valor estratégico, la campaña persiguió una concreta finalidad
cultural ya que junto con el cuerpo expedicionario vinieron agrimensores,
ingenieros y naturalistas que llevaron a cabo valiosas observaciones
científica
SEGUNDO GOBIERNO
En reiteradas ocasiones la Legislatura le ofreció el cargo sin limites a Juan
Manuel de Rosas, otorgándole naturalmente las Facultades Extraordinarias. Pero
Rosas desde su estancia se negó repetidamente a aceptar el ofrecimiento,
reiterando su rechazo cuantas veces le fue ofrecido.
Ante esta decisión al parecer irrevocable la Sala ofecio el gobierno
sucesivamente a varios amigos de Rosas, entre ellos a su socio Juan Terrero, a
sus primos Tomas y Nicolas Anchorena y al general Anel Pacheco, pero todos
rechazaron el ofrecimiento ante la perspectiva de su seguro fracaso.
Por estos momentos se produjo el asesinato de Facundo Quiroga a manos de los
Hermanos Reinafe, y otros asesinatos como por ejemplo el de el gobernador de
Salta Pablo Latorre.
Recién cuando supo del crimen decidió Rosas apresurar el proceso político y
tomar riendas del poder. Desde su estancia descargo la rabia y el dolor en una
carta a su mayordomo, el 3 de marzo de 1835. Los unitarios habían fusilado a
Dorrego, el general Villafañe fue asesinado en Mendoza, La Torre acababa de caer
a lanzazos en Salta y ahora Quiroga terminaba también trágicamente. " He
conocido o no el verdadero estado de la tierra? Pero ni esto ha de ser bastante
para los hombres de las luces y los principios. Ya lo verán ahora! El
sacudimiento será espantoso y la sangre argentina correrá en porciones".
La Legislatura asustada ante la conmoción, confirió el gobierno a Rosas por
cinco años con la suma del poder publico, sin mas restricciones que conservar y
proteger la religión católica, y sostener y defender " la causa nacional de la
Federación ".
Rosas no quiso acceder al gobierno con la suma de Poder sin previa consulta " a
todos y cada uno de los ciudadanos habitantes de esta ciudad ".
A su pedido se realizo el plebiscito eleccionario del 26, 27 y 28 de marzo de
1835, con abrumandores resultados: 9320 votos a favor y 8 en contra.
La asuncion de Rosas al poder fue recibida con general beneplacito:
La Gente Humilde, los peones, mulatos y orilleros, lo idolatraban
considerandolo su defensor contra los abusos de los ricos.
La clase Media, comerciantes artesanos y profesionales, y tambien la Clase
Superior lo aceptaron igualmente complacidos, pues veian en Rosas al garante
del orden y de la estabilidad.
Una de las medidas adoptadas en su primer año de gobierno fue promulgar la nueva
Ley de Aduanas y la Ley Agraria.
Desde 1810 nuestro pais aplicaba el Sistema Librecambista, que al permitir la
libre contratacion, beneficiaba a los comerciantes porteños y a sus proveedores
extranjeros, pero perjudicaba a los productores del Interior.
La Ley de Aduanas de 1835, al gravar con mayores impuestos a los productos
extranjeros inicio el Proteccionismo Economico que favorecio al interior sin por
ello desproteger a los comerciantes porteños.
De esta forma se fortalecio la incipiente INDUSTRIA ARGENTINA: aparecieron las
primeras fabricas que utilizaban maquinas a vapor, se abrieron talleres de
tejidos e hilados y se multiplicaron las artesanias.
La Ley de Agraria fue aprobada por la Sala en 1836, y tuvo por finalidad
expandir la colonizacion de las tierras publicas, divididas en parcelas
entregadas en Propiedad.
Las tierras publicas continuaron afectadas al pago del Emprestito contraido con
la Banca Baring, pero pasaron a ser propiedad de los colonos, con garantia del
Estado, de no ser molestados en sus derechos.
Del mismo modo muchos latifundios no cultivados, al ser gravados con altos
impuestos, fueron devueltos al gobierno, el cual procedió a venderlos o
repartirlos gratuitamente entre los soldados y empleados publicos que se
comprometian a trabajarlos.
La conspiracion unitaria aliada al extranjero había decidido el derrocamiento de
Rosas sin escrupulos en los medios para lograrlo. Montevideo fue el centro de
esa conspiracion, cuyos metodos eran el terrorismo, el asesinato, el fraude, la
union con el extranjero, confiscaciones. Los opositores sentenciaron a Rosas a
gobernar sin un dia de tranquilidad.
La independencia peligraba, y quienes se aliaban al extranjero para vulnerarla
eran precisamente los que habian inventado un Mayo afracensado y un mito
librecambista falsamente motivador del hecho, encarnado en Moreno y su "
Representación de los Hacendados ". Montevideo constituia la sede conspiradora
mas activa, aunque los unitarios y lomosnegros estuviesen diseminados por todo
Uruguay, y amparados por el general Frucutoso Rivera, el cual lanzado tambien a
conspirar para la conquista del poder quedo erguido en presidente " de facto ",
al derrocar con ayuda de la escuadra francesa al presidente constitucional
general Manuel Oribe en octubre de 1838.
Los unitarios iniciaron una maniobra envolvente para sitiar a la Confederación
desde el Uruguay y Bolivia, contando para ello con la ambiciosa política de la
Confederación Peruano-boliviana en 1837 y antiguo apoyo unitario en el norte.
El 13 de febrero de 1837 Rosas cortaba toda comunicación con el gobierno de
Santa Cruz y el 19 declaraba la guerra justificada en un extenso manifiesto.
La guerra fue deslucida. Las enormes distancias que separaban las provincias
norteñas del teatro operativo, la falta de recursos, y luego, el conflicot con
Francia, impidieron un accionar belico eficiente. La columna argentina mandada
por Gregorio Paz fue batida en Cayambuyo el 24 de junio de 1838, unica batalla
significativa, y el general Heredia murrio asesinado en una conspiracion
unitaria inspirada por Marco Avellaneda, el 12 de noviembre. Para Argentina la
guerra estaba terminada aunque no peligraba su integridad territorial.
La derrota de Santa Cruz constituyo un fracaso de la política expansionista de
Francia en America y la determino a intervenir en forma mas directa, iniciando
su ataque contra nuestro pais mediante injustos reclamos diplomaticos.
Un impresor, Cesar Hypolite Bacle, consituyo la piedra del escandalo. Estaba
acusado de negociar planos del ejercito con el gobierno de Santa Cruz. Fue
detenido en su domicilio y murrio de muerte natural, pero los enemigos señalaron
a Rosas como responsable.
A fines de 1837 el viceconsul frances en Buenos Aires Roger Aime, empleando
severos terminos, exigio entre otras reclamaciones:
La inmediata libertad de varios franceses detenidos.
Que no se obligara a sus compatriotas a integrar los cuerpos armados.
Y además, que se concediera a Francia los mismos privilegios acordados por
nuestro pais a Gran Bretaña.
Mientras se armaba asi la motivacion del conflicto, las naves de estacion en
Brasil y los Mares del Sur bajaban al Río de la Plata con ordenes de " apoyar
coercitivamente " al viceconsul Roger.
Sin alterarse ante esta demostracion de fuerz el minsitro Arana rechazo con
firmeza los reclamos, por improcedentes y lesivos a nuestra soberania:
Los franceses detenidos eran delincuentes comunes.
Los franceses integrantes de las tropas eran en su mayoria voluntarios.
Finalmente Francia no podria pretender igual trato que Gran Bretaña pais que
había reconocido nuestra independencia y con el que nos ligaba un tratado de
amistad y comercio.
Roger no acepto la respuesta argentina pidio pasaprotes para Montevideo y
solicito la intervencion del almirante LeBlanc y confiado en el poder de sus
naves ( que venian de destruir las costas de Venezuela en una demostracion de
poder ), volvio a entrevistarse con Rosas, quien le respondio airadamente que "
los argentinos no se unirian jamas al extranjero", y qsi tomaba medidas de
fuerza sobre Buenos Aires " deberia contentarse con un monton de ruinas".
Leblanc mando un ultimatum: debia suspenderse la incorporacion de franceses al
ejercito y tratarselos con la clausula de nacion mas favorecida hasta tanto se
concluyera un tratado.
Rechazadas sus imposiciones, Leblanc declaro el 28 de marzo " el puerto de
Buenos Aires y todo el litoral del río perteneciente a la Republica Argentina en
estado de riguroso bloqueo por las fuerzas navales francesas ".
La situación obligo a adoptar soluciones heroicas: todos los presupuestos fueron
rebajados, incluso los correspondientes a la instrucción y a la Beneficencia
Publica.
Si bien las perdidas economicas fueron enormes, en ciertos aspectos el bloqueo
resulto beneficioso ya que contribuyo al desarrollo de las industrias locales
que comenzaron a producir articulos que hasta entonces se importaban del
exterior.
Lo importante de esta política ejercida por Rosas era el planteo de fondo,
verdaderamente anti-imperialista, demostrativo de la ilegalidad del bloqueo y
sus consecuencias belicas desde el momento que no se habian rechazado las
reclamaciones francesas; se había negado su consideracion bajo el imperio de
amenazas. La legislatura contesto a Rosas en terminos vibrantes luego de un
exhasutivo discurso de Nicolas Anchorena que dijo: " La causa que actualmente
sostenemos es la de toda la Confederación, es la de todas las republicas
americanas, porque en ella nos proponemos repeler una nueva colonizacion qu ese
trata de hacer en los Estados americanos ".
De ahí en mas, " la adhesion unitaria al bloque solo podia calificase como una
verdadera tracicion a la patria."
El 11 de octubre cansados de esperar una quiebra del frente interno o de las
resistencias rosistas atacaron la isla de Martin Garcia y sus marinos mezclados
con uruguayos riveristas, sometian después de energica resistencia, a la pequeña
guarnicion argentina.
El dia 23 ansiosos de dar al conflicto una mejor base operativa, la escuadra,
los unitarios de la ciudad, y tropas campesinas de Frutcuoso Rivera, derrocaron
al presidente Manuel Oribe, quien decide cruzar a Buenos Aires para luchar
contra los franceses y riveristas.
En estas epocas se produce una conspiracion general, integrada por los mas
influyentes opositores a Rosas, con el objetivo de la caida de su régimen. Su
principal apoyo lo reciben de Francia.
La rebelion se inicio en Corrientes, donde su gobenador Genaro Beron de Astrada
se pronuncio en contra de Rosas. Pero Pascual Echague, gobernador de Entre Ríos,
llegado a Corrientes enfrento a Astrada en Pago Largo derrotandolo en forma
definitia.
Poco después se descubrio una conspiracion en la misma ciudad de Buenos Aires,
por oficiales dirigidos por Ramon Maza, quien fue fusilado al poco tiempo de ser
descubrida su conspiracion.
En julio de 1840, Lavalle embarco sus 4.000 veteranos en buques franceses, y
llegado a San Pedro, inicio su marcha hacia Buenos Aires. La expedición, y el
cambio de actitud de Francia desconcerto a Rosas que no creia que este pais
emprendiera una acción directa que podria desembocar en una guerra con otros
paises europeos.
Lavalle llego a Merlo a la vista de la ciudad dispuesta a resistir. Allí se
mantuvo a la espera de la flota prometida. Pero tras varios dias de espera,
sorpresivamente dio la orden de emprender la retirada.
Como era de esperarse, el despliegue de energia del gobierno de Thiers preocupo
seriamente a Inglaterra, quien dio los pasos para constituir una alianza con
Austria y Prusia que frenara el empuje frances. Ello podria conducir a una
guerra europea y Thiers ordeno dar marcha atrás.
Se iniciaron las tratativas que Rosas no había querido llevar a cabo bajo la
presion de la flota de guerra, y a fines de octubre se llego a un acuerdo.
El tratado establecia el reconocimiento de " las indemnizaciones debidas a los
franceses ", el levantamiento del bloqueo, la devolucion de Martin Garcia con su
armamento y barcos capturados, la amnisitia a los enemigos o combatientes.
El dia 31 la nave insignia francesa desagravio con 21 cañonazos la bandera
argentina. El largo conflicto había terminado honrosamente.
Ocupado por nuevos incidentes internacionales, Rosas consideraba la oportunidad
de terminar con el problema uruguayo y cumplir el compromiso hecho a Oribe de
restablecer su autoridad legal. Desde principios de 1841 había decretado, en
represalia, el bloqueo del puerto montevideano y además busco controlar los rios
interiores. Este sitio de Montevideo deterioro repentinamente las relaciones con
Gran Bretaña.
Rivera y la comision de exiliados solicitaban una nueva intervencion europea,
bajo el pretexto de la mediacion franco-inglesa para evitar la caida de
Montevideo en manos oribistas y además inteligentemente se instrumento una
campaña periodistica y literaria mundial, tendiente a demostrar la necesidad
humanitaria de la intervencion contra la tirania.
Las acciones se iniciaron el 2 de agosto de 1845 con al captura de la flota
argentina del almirante Brown, en el Río de la Plata, y el izamiento de las
banderas de Francia y la de Inglaterra. El robo de la escuadra nacional dejo
abierto el río Parana y facilito la penetracion militar y comercial de los
barcos extranjeros.
La guerra era un hecho. Garibalid había saqueado Colonia y escotaba con sus
barcazas a la fragata Expeditive, que desembarco tropas en Martin Garcia el 5 de
Septiembre. El bloqueo del litoral argentino fue declarado ofocialmente el 18 de
septiembre de 1845.
Con toda prisa se armo una poderosa flota anglofrancesa seguida de 90 navios
mercantes que una ve abierto el río Parana, llevaria los productos a Corrientes
y Paraguay. Los navios zarparon en Noviembre confiados en su fuerza. Rosas
dispuso la defensa fluvial y terrestre al mando del general Lucio V. Mansilla,
alguno voluntarios y tropas populares.
El combate cubrio de gloria el nombre argentino, desprestigio el bloqueo e hizo
comprender la justicia argentina a muchos adversarios de Rosas.
La resistencia se mantuvo admirablemente. Las provincias suplieron a la
importacion, y sus producciones artesanales crecieron en forma complemetaria con
la economia bonaerense.
Al cabo del tiempo el bloqueo resultaba un fracaso político, militar y
economico, por su costo y las continuas subvenciones dadas a Montevideo.
Las grandes potencias enviaron sus mejores diplomaticos, que retornaron
fracasados, sin doblegar a Rosas.
En 1846 llego al Plata, enviado por ambos gobiernos, el ex consul Thomas Samuel
Hood y sus propositos de arreglo no tuvieron éxito a pesar de su buena voluntad.
El repetido fracaso de los diplomaticos europeos agudizaba el problema y tenia
visos de nunca acabar. Por ello, a comienzos de 1849, el Premier Palmerston
envio a Buenos Aires a Henry Southern munido de especiales instrucciones, quien
tras arduas negociaciones anuncio que su pais aceptaba la posicion defendiad por
nuestro gobierno.
Concluyeron las deliberaciones con los tratados Southern-Arana ( 24 de Noviembre
de 1849) y Arana-Lepredour ( 31 de agosto de 1850 ) cuyos puntos analogos
establecian: suspension de hostilidades en Uruguay, devolucion de Martin Garcia
y barcos apresados, reconocimiento de la exclusiva jurisdiccion y control
argentino sobre sus rios interiores, consideracion del general Oribe en su
investidura legal.
El pabellon argentino seria solemnemente desagraviado. La victoria estaba
totalmente consumada. Los cañones de la fragata Southampton, " saludaron con 21
disparos de desagravio y homenaje a una humilde bandera, desconocida del mundo,
pero no ignorada por ellos ".
Pero nada resulto mas categorico que el elogio Sanmartiniano:
" No puedo concebir que haya americanos que por un indigno espiritu de partido
se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condicion peor
que la que sufriamos en tiempos de la dominacion española. Una tal felonia ni el
sepulcro la puede hacer desaparecer."
Posteriormente antes de fallecer en 1850, determino como una de sus ultimas
voluntades:
" El sable, que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la
America de Sur, le sera entregado al general de la Republica Argentina, don Juan
Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfaccion que como argentino he tenido
al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la Republica contral las
injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarnos."
Ya al final de su discutido gobierno, Juan Manuel de Rosas había completado su
evolucion política e ideologica. De caudillo bonaerense y Restaurador de las
Leyes en su provincia, recorrio en importante camino ascendente, de las
Facultades Extraordinarias a la suma del Poder Publico Nacional, convirtiendose
en el jefe supremo de la Confederación Argentina.
El peligro ahora no venia de Europa. Mejor dicho, ciertos intereses europeos se
trasladaban a su tradicional enclave continental: el Brasil. Allí unian sus
conveniencias contra la Confederación Argentina, cuya preeminencia americana,
siempre desagrado a los lusitanos.
A comienzos de 1850 y culminando una larga serie de fricciones diplomaticas, la
Confederación Argentina presento al gobierno de Río muy serias reclamaciones,
fundadas entre otros motivos, en las correrías que bandaas armadas brasileñas,
amparadas por la policia, hacian sobre el territorio del Uruguay, incluso en la
zona ribereña correntina.
Brasil con graves problemas internos, y con un ejercito integrado en gran parte
por mercenarios, tenia pocas probabilidades de éxito frente al poderío de la
Confederación. Por ello su Ministro Paulino soares de Souza inicio un habilisimo
operativo diplomatico para revertir la situación. Y en estas gestiones, pronto
logro un inesperado éxito, al ganar para su causa al jefe del Ejercito Argentino
de Operaciones, Justo J. de Urquiza y las fuerzas que el comandaba.
La actitud de Urquiza puede explicarse por razones economicas y politicas:
El federalismo rosiste en la practica, subordinaba la economia de las
provincias a Buenos Aires, ya que su aduana percibia las rentas de todo lo que
consumia el pais adquirido en el extranjero. Urquiza se oponia a estos
terminos.
El prolongado bloqueo perjudicaba a ciertas provincias, sobre todo las del
litoral, que como Entre Ríos veian impedido su comercio con el exterior, que
había sido su mayor fuente de recursos.
El federalismo que sostenia Rosas era muy discutido, ya que aunque solo
gobernador de Buenos Aires y Encargado de la representación Exterior de la
Confederación, en realidad regia los destinos de todo el pais.
La alianza brasileña-entreriana-oriental fue firmada en secreto el 29 de mayo, y
elejercito argentino de operaciones entregado de esta manera al enemigo.
Rosas menosprecio el poderío enemigo, creyo contrarrestarlo mediante propaganda
y su conocida estrategia sociologica. El 9 de Julio presidio un imponente
desfile militar y el 18 de agosto le declaro la guerra al Brasil.
Bajo estas circunstancias se firmo el tratado definitivo de alianza el 21 de
Noviembre, una vez obtenida la capitulacion de Oribe y de su gobierno del
Cerrito. Entre Ríos, Corrientes, Uruguay y Brasil se comprometieron a " liberar
al pueblo argentino de la opresion ".
Se constituirian dos grupos armados: el Ejercito Grande, a las ordenes de
Urquiza, integrado por tropas de los paises aliados.
El Ejercito Chico, al mando de Caxias quedaria como reserva, apostado en
Colonia.
Brasil contribuiria con su flota y una fuerte suma de dinero que le seria
devuelto, con intereses, al finalizar la guerra..
En contraste con la actividad que desplegaban sus enemigos Rosas parecio
anonadado y su extraña apatia permitio que los aliados obraran con entera
libertad. Solo el 17 de diciembre, frente a las barrancas de San Pedro, una
bateria nstalada en el Paso del Tonelero al mando de Mansilla, abrio el fuego
contra la flota brasileña que remontaba el Parana. Los atacantes, luego de
varias horas de intenso combate, lograron forzar el paso, pero a costa de graves
perdidas.
Pocos dias después el Ejercito Grande, atraveso el Parana cerca de Diamante y
sin hallar ninguna resistencia, entro a Santa Fe.
En 1852 el Ejercito prosiguio su marcha hacia Buenos Aires, aunque hubo
numerosas deserciones, e incluso muchas de ellas se cambiaron a las tropas de la
Confederación como por ejemplo la del Coronel Aquino.
Rosas estableció su campamento en Santos Lugares y organizo un ejercito de
22.000 hombres, en su mayoria milicianos de escasa preparacion y limitado
armamento.
Pacheco renuncio casi en visperas del combate y Rosas se vio precisado a tomar
el mando moviendo sus tropas hasta Caseros, donde el 3 de Febrero se produjo la
batalla. Si bien el ejercito de la Confederación contaba con brillantes
oficiales, era inferior en numero, armamento y preparacion a las tropas de
Urquiza.
El combate fue de regular intensidad. A medio dia las tropas nacionales,
ampliamente superados, iniciaron un repliegue que a poco se transformo en
desbande, con excepcion de la artilleria de Chilavert, que resistio hasta agotar
municiones.
Al constatar su derrota, Rosas abandono el campo y regreso a la ciudad
acompañado de su asistente: en las afueras escribio la RENUNICA A SU CARGO,
dirigida a la Legislatura. Luego, llego a la casa del consul britanico y una
fragata que quedo fondeada frente a Montevideo. Luego patrio para Gran Bretaña
en calidad de aislado y se estableció en Southampton, alejado de toda actividad
política, hasta su fallecimiento en 1877 a los 84 años de edad.
Trabajo enviado por:
Facundo Pellegrini
fpellegrini@logitron.com.ar
FUENTE:w w w . m o n o g r a f i a s . c o m
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