Hoy los horrores del nazismo saltan a la vista; pero en la época de la Segunda Guerra Mundial muchos líderes políticos pensaban que Hitler sólo era un payaso inofensivo y no imaginaban los alcances genocidas de su ideología racista. Además, el régimen del Tercer Reich  contaba con simpatías en varios países europeos, como Inglaterra y Francia, y también en América Latina. Incluso la Unión Soviética, en un principio, fue aliada de los nazis y participó de la invasión a Polonia. ¿Qué habría pasado si Churchill no hubiera existido, si los Estados Unidos hubiesen permanecido neutrales o si Hitler no hubiese invadido la Unión Soviética? El resultado final de la contienda (cuyo intrincado drama político y bélico tuvo su ensayo en la Guerra Civil Española) respondió a múltiples factores que siguen asombrando, y demuestran que la Histeria pudo haberse desarrollado de otra manera.