EL GOTICO TARDIO
la Catedral de Viena
del gótico clásico. Los altares sobrecargados son un sello
distintivo.Generalmente, cuando un estilo evoluciona, las estructuras
arquitectónicas en su forma clásica mutan en variantes más artificiosas y se
pierde la pureza del lugar de origen. El acento se pone en el ornamento: en
el gótico tardío se exageran los adornos en las bóvedas y las estructuras
"flamígeras" (con apariencia de llamas de fuego) y en forma de panal de
abejas cubren los arcos y los frentes.En Austria, Hans Puchspaum llega a ser
arquitecto de la Catedral de Viena en 1446, desarrollando un estilo de
taller que tuvo mucha influencia en Europa central. La mejor muestra del
gótico tardío en la Catedral es la torre septentrional, que da un nuevo
vigor a las formas flamígeras. Esta torre se destaca por el verticalismo de
sus arcos y gabletes -los frontones ornamentales que cubren los portales y
las ventanas de las construcciones góticas- que compensa la tendencia a lo
horizontal de la nave principal del edificio, a diferencia de catedrales
clásicas como la de Amiens, Reims o Colonia (Alemania), con una estructura
general esbelta y muy alta.Este magnífico portal que da al norte no es la
entrada principal del templo, ya que según la simbología cristiana, la zona
del altar es la que determina el lugar más importante por su orientación al
este (lugar de la salida del sol). Como consecuencia y de acuerdo a la forma
en cruz de la iglesia, los otros sectores quedan determinados por el altar:
E (altar) Por ello siempre accedemos a una iglesia por el oeste, que constituye su portal más importante. Generalmente se reservaban para éste las imágenes del juicio final. Durante el desarrollo del estilo gótico clásico, se abren los portales Norte y Sur, consagrados a la Virgen María o a algún santo. En el ejemplo que hoy nos ocupa, es a San Esteban. |