El Greco

 

 
El caballero de la mano en el Pecho
DOMENICOS THEOTOCOPOULOS, "EL GRECO" (1540-1614)
Lienzo (81x66 cm)
Escuela Española. Manierismo
Siglo XVI
En un famoso soneto, el poeta Manuel Machado inicia la presentación de este personaje con los versos: "Este desconocido es un cristiano/de serio porte y negra vestidura,/donde brilla no más la empuñadura/de su admirable estoque toledano...". Aún cuándo ya se conoce quien era este "desconocido" -Juan de Silva, notario mayor de Toledo- el retrato ha quedado siempre como la representación típica del hidalgo español: austero, espiritual y profundamente serio. Y a este paradigma de "lo español" debe también su gran fama esta pintura. El caballero aparece vestido de negro, con el cuello y los puños de encaje blanco; sólo una mínima cadena de oro -de la que pende una medalla- parece animar la negrura del conjunto; también es oro labrado el puño de la espada que porta. Toda la expresión del retratado se concentra en esa profunda y abstraída mirada, dirigida al espectador como una evocación clara de aquellas imágenes orientales que El Greco debió pintar en su juventud en Grecia, donde nació.

 

 

caballero de la mano en el pecho

La Trinidad
DOMENICOS THEOTOCOPOULOS, "EL GRECO" (1540-1614)
Lienzo (300x179 cm)
Escuela Española. Manierismo
Siglo XVI

Este gran lienzo fue una de las primeras obras pintadas por El Greco a su llegada a Toledo. Se trata de la pintura central de un retablo que le fue encargado por la iglesia de un convento de aquella ciudad. En esta poderosa Trinidad aún no se aprecian las distorsiones y exageraciones que tanto caracterizaron al Greco, en el ejercicio de ese manierismo desmaterializador que le ha consagrado después. En esta pintura están aún muy frescos los recuerdos de su estancia en Venecia -república a la que pertenecía su lejana isla de Creta- y las evocaciones miguelangelescas que le había aportado una estancia posterior en Roma. El rico colorido de la composición y la cuidada anatomía de la figura de Cristo así lo confirman. El peso y la fuerza que indudablemente tiene el cuerpo del Cristo y las poderosas piernas del ángel de la izquierda, darán paso posteriormente a etéreas desmaterializaciones.
 

 

 

la trinidd

La Adoracion de los pastores
DOMENICOS THEOTOCOPOULOS, "EL GRECO" (1540-1614)
Lienzo (329x180 cm)
Escuela Española. Manierismo
Siglo XVI

Treinta y cinco años separan esta pintura de la de La trinidad Y en ésta pueden apreciarse todos los aspectos característicos del último manierismo de El Greco: figuras desmaterializadas, forzadas posiciones, deformaciones anatómicas, viva pasión religiosa, espiritualización máxima,... Mientras El Greco concluía su manierista carrera pictórica -este cuadro lo pintó para su propia capilla funeraria- hacía ya años que las corrientes artísticas caminaban por la senda del Barroco realista. Y de esta escena puede decirse con justicia que está totalmente fuera de la realidad. No hay en ella ningún detalle que haga referencia al espacio -el pesebre de Belén o las ofrendas de los pastores-. Parece como si sólo el foco luminoso concentrado en el Niño definiera los cuerpos que le rodean, incluidos los ángeles que parecen volar por su propia virtud, como si no tuvieran cuerpo.

 

 

la adoracion de los pastores