Antonio Berni

Antonio Berni (1905-1981), pintor y grabador neofigurativo argentino, para el que las personas, el barrio y las anécdotas de la calle se convierten en imágenes plásticas; ellos serán los protagonistas de sus obras, inscritas en una pintura de observación y crítica social.

 Delisio Antonio Berni nació en Rosario, provincia de Santa Fe, en 1905. A los 10 años entró como aprendiz en un taller de vitrales (vidrieras de colores), donde aprendió a dibujar, y más tarde cursó estudios de dibujo. Con 15 años expuso en su ciudad natal y fue calificado como un niño prodigio; paisajes, flores y retratos eran los temas de esta primera exposición, a la que siguieron otras cuatro en Rosario y Buenos Aires (Los álamos, 1922). En 1925 consiguió una beca para estudiar en Europa y en noviembre llegó a Madrid donde permaneció tres meses. Durante este tiempo viajó a Toledo, Segovia, Granada, Córdoba y Sevilla.

 En febrero de 1926 se marchó a París, donde vivió hasta 1931. Allí descubrió las vanguardias y asistió a los cursos de los pintores franceses André Lothe y Othon Friesz, cuya influencia se dejó sentir en una serie de desnudos figurativos. También frecuentó el Grupo de París, integrado por artistas argentinos, e inició una sólida amistad con el pintor Lino Eneas Spilimbergo. De la mano de Max Jacob se introdujo en el grabado, y en 1929 trabó amistad con el literato francés Louis Aragon al tiempo que se relacionaba con los círculos surrealistas, estilo que inspiró su obra durante la década de 1930 (Napoleón III, 1930; Objetos en el espacio, 1931; La siesta y su sueño, 1932). Berni está considerado como uno de los primeros artistas surrealistas latinoamericanos. Desde París realizó algún viaje a Italia, Bélgica y Holanda.

 Tras su regreso a Argentina en 1930, colaboró con su compatriota Spilimbergo y el mexicano David Alfaro Siqueiros en la realización de un mural en Tortuguitas (Mural Botana, 1933) y evolucionó hacia un realismo social narrativo del que fue uno de los más destacados representantes (Manifestación, 1934; Chacareros, 1935).

 De vuelta a Rosario, tomó parte activa en la vida cultural de su ciudad natal, organizó la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos y se adhirió por un tiempo al partido comunista. En 1933 fundó el grupo Nuevo Realismo, con el que intentó superar el surrealismo y adecuar su pintura a la realidad argentina y americana, iniciando así una etapa plena de alegatos y denuncias cuya intención era privilegiar lo cotidiano frente a lo extraordinario. Para ello se dedicó a investigar situaciones cotidianas y viajó por el país, instalándose definitivamente en Buenos Aires en 1936. Junto a Spilimbergo realizó, en 1939, el mural del pabellón argentino de la Feria Mundial de Nueva York (Agricultura y Ganadería); a éste siguieron algunos otros (el de la Sociedad Hebraica, 1943; la Galería Pacífico, 1946), al tiempo que realizó también una serie de retratos de su mujer y su hija Lily.

 En la década de 1950, sus obras adquirieron un carácter dramático y expresionista (Los hacheros, La comida) e inició una serie de paisajes suburbanos donde los personajes están ausentes (La casa celeste). Al comienzo de la década de 1960 su obra se orientó hacia el expresionismo, para más tarde desembocar en una síntesis entre el Pop Art y el realismo social. La anécdota popular en episodios se convirtió en una de las características de su obra, que se inscribió en una pintura de observación y crítica social, cuyos protagonistas principales eran Juanito Laguna (muchacho de los suburbios de Buenos Aires) y Ramona Montiel (mujer de los bajos fondos parisinos). En ellas Berni utilizó el collage, trapos, trozos de latón, botones, y en general materiales de desecho, así como fotografías o ilustraciones de revistas, para componer las figuras y organizar el cuadro según un verdadero sentido de la composición, en la que también hay partes pintadas, bosquejos de figuras o pinceladas que acentúan los efectos del collage. Son obras de gran riqueza plástica, notable fantasía e indudable originalidad, en las que se aprecia una vuelta a sus inicios surrealistas. Junto a estas dos series están la de La luna, Los monstruos y una de retratos populares.

 En su trayectoria se aprecia un gran protagonismo del color, que se acentuó en 1977 con Los hippies, Airport y Promesa de castidad. Además de las series citadas realizó varios paneles decorativos, bocetos escenográficos, ilustraciones y colaboraciones en libros y prensa nacional y extranjera. Entre 1975 y 1981, además de seguir creando obras sobre Juanito y Ramona, inició la producción de ciertos mitos populares como el de La difunta Correa, en el que se aprecia un dominante humor negro. Para realizar sus obras utilizó la técnica del óleo-collage sobre madera, arpillera, cartón o tela.

 En 1981 Berni realizó algunas incursiones en el campo de la escultura. Desde la década de 1930 compaginó su actividad artística con la de profesor de dibujo en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y presidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. En 1962 recibió el Premio Internacional de Grabado y Dibujo de la Bienal de Venecia. Murió en 1981 en Buenos Aires.

  VOLVER

ORIGEN DE DATOS: ENCICLOPEDIA ENCARTA02001