Con 82 años, y medio síglo de expediciones, el argentino Alberto Rex González nada
tiene que envidiarle a Indiana Jones. Es el arqueólogo mas renombrado de América latina. Reconstruyó importantes culturas de la época prehispánica y sigue combatiendo la
charlatanería que rodea el origen de algunas obras monumentales de la antigüedad.
Papeles. Cuatro paredes recubiertas de carpetas y cajas con miles y miles de anotaciones. Máscaras. Cuatro paredes tapizadas con réplicas de mascarillas de distintas y antiquísimas culturas. Recuerdos. Cuatro paredes que encierran mil y una anécdotas de expediciones inolvidables por varios continentes.
En medio de ese cálido desorden ordenado, Alberto Rex González -el decano de los
arqueólogos de América latina- tiene montado un auténtico bunker Un estudio/oficina/taller de poco más de 50 metros cuadrados
que huele a aventura pero también a investigación. Un lugar donde Indiana Jones quedaría tan descolocado como perro en
cancha de bochas "En el cine estereotipar mucho la figura del arqueólogo
siempre lo personifica como un intrépido a quien las cosas nunca le salen mal. Las películas no muestran cómo se sufre al no encontrar apoyo económico para las ex o cuando las lluvias lo estropean todo o cómo es el trabajo de investigación posterior a las excava tan arduo como el resto", dice Rex González. A los 82 años, este
hombre de manos fuertes y convicciones firmes tiene sobre sus espaldas medio siglo de expediciones, varios premios internacionales -entre ellos, una medalla del Instituto Smithso de los Estados Unidos, funda en1846yadminístradorde 16 museos y galerías y centros de investigación en todo el mundo-, decenas de enigmas resueltos y una sobrada experiencia en eso de luchar contra los ,,escollos" financieros y
climáticas Por eso ríe con ganas cuando piensa en los "problemas" que enfrentó el
actor Indiana jones en el Templo de a perdición. Dice que le duelen tanto las historias perdidas que necesitaría, por lo menos, 200 años más de vida para resolver las cientos de preguntas a las que todavía no les encontró respuesta. ¿Retirarse? Ni en sueños. En este momento debe estar en México visitando
los sitios arqueológicos más relevantes de la cultura ol una de sus preferidas.
¿Cómo sabe un arqueólogo dónde puede encontrar algo interesante?
Primero tiene que realizar un trabajo riguroso de investigación. En
nuestra tarea se documentan hasta los mini detalles, por eso uno puede
evaluar previamente la zona elegida para excavar. En realidad lo primero que se
debe hacer al iniciar cualquier investigación es plantearse qué se está buscando. El
que no sabe lo que busca, no sabe lo que encuentra.
¿Usted siempre supo lo que buscaba?
Siempre supe que mi mayor interés estaba, y sigue estando, en reconstruir la historia y contribuir al conocimiento de las culturas desaparecidas, es decir, la vida de los pueblos que no tienen una historia escrita. Encontrarse con vestigios de un pasado de
miles de años es una sensación maravillosa. No se puede resistir el impulso de seguir investigando hasta lograr fechar estigio, ubicarlo
cronológica de ese modo, reconstruir un tramo histórico. Eso es lo que uno busca, más allá de dónde y cómo se realicen las expediciones.
Sus andanzas en el mundo de la arqueología comenzaron temprano. Tenía 13 años cuando durante un paseo por la vera de un arroyo en Salto, provincia de Buenos Aires, se topó nada menos que con los restos de un gliptodonde, un animal extinto, parecido a una mulíta pero gigante. Ya había leído con fruición a Charles Darwin y a Florentino Ameghino y encontrarse con huellas irrefutables
de un pasado fantástico lo marcaron para siempre. Ese día supo que investigaría hasta las últimas consecuencias. "En esa época se discutía mucho sobre varios temas: sobre evolución humana, sobre los vestigios de animales desconocidos: todo era motivo de discusión científica. Pensar que muchas de esas dudas ya quedaron totalmente develadas
comenta con cierta nostalgia. Sin embargo, después de aquel encuentro con el pasado, Rex González desvió un poco sus pasos: estudió y se recibió de médico. "Lo que pasa es que en esa época no
existía la arqueología o la paleontología como carreras. Tuve que optar y pensé que medicina era lo
mejor", explica. Después sobrevendrían más años de estudio en los Estados Unidos y una formación académica en antropología
y arqueología. Con esos títulos bajo el brazo comenzó a dedicarse a lo que realmente le gustaba: rescatar a los pueblos perdidos. Y le fue muy bien. Gracias a su tesón hoy se conocen las culturas Intihuasi, Condorhuasi, La Ciénaga y La Aguada, previas a la llegada de los españoles. Rex González las descubrió en el territorio argentino y las ordenó cronológicarnente.
¿Hubo algún hallazgo que lo emociono especialmente?
Muchos. Pero recuerdo especialmente el de la cueva de Inti Huasi, a 70 Km.
de la capital de San Luis. Ahora que lo pienso, en septiembre se van a cumplir 50 años de ese momento. En realidad, la emoción sobrevino casi dos años después dela expedición. Es decir, encontramos restos que, en principio, pensamos que pertenecían a la época de la conquista española. De todos modos, los enviamos
a un laboratorio extranjero para que le realizaran la prueba del carbono 14 (método que se usa para saber la antigüedad del objeto encontrado y que él utilizó por primera vez en la Argentina). En esa época era algo totalmente novedoso así que tuvimos que esperar dos años para los resultados. Un día, casi
ya me había olvidado del tema, recibí una carta del laboratorio donde me avisaban que los restos tenían una antigüedad de 8700 años! Fue una emoción indescriptible.
Es un hombre de buen genio. Pero cuando se refiere a los grandes enigmas de la
antigüedad se le frunce el ceño.,,Ahí reina la cultura paralela de la charlatanería", suspira. Se refiere a la costumbre de encontrarle
explicaciones fantásticas a algunas construcciones monumentales de
tiempos pasados. Por ejemplo, las pirámides de Egipto, los moais de la Isla de Pascua, las líneas de Nazca, en Perú, olas ruinas de Palenque, en
México Re cuerdo que hace muchos años estaba en un congreso de
Arqueología en Paracas, una ciudad peruana ubicada muy cerca de las famosas líneas de Nazca. Ya en esa época se hablaba de ellas como algo misterioso; después dijeron el disparate mayor: que eran posibles pistas de aterrizaje de naves extraterrestres. Les propuse a mis colegas que ya que estábamos ahí aprovecháramos para redactar un comunicado explicando que esas líneas sólo estaban relacionadas con la observaciones y determinación de ciertos fenómenos
astronómicos efectuadas por una cultura que vivió entre los años 300 a.C. y 900 d.C. Me dijeron que no valía la pena, que la gente igual creía en cualquier cosa", dice con cierto fastidio.
Y disgustado. "Me molestan los investigadores que se encierran en supuestas torres de marfil. El
conocimiento debe compartirse; la gente debería interesarse más por saber la verdad sobre los grandes enigmas y no conformarse con cualquier explicación traída de los pelos." Rex González se enoja, además, porque no sólo el público suele creerle a los charlatanes. "En la época del Proceso, cuando las universidades estaban en manos de cualquier gente, en
la Argentina se recibió a Erik von Dániken, uno de esos personajes que cree que todos los misterios son obra de los extraterrestres, como si fuera una eminencia
científica. Fue un papelón", recuerda. Según Rex González, los ET no pueden sustentar ninguna teoría. Dice que para cada enigma existe una explicación lógica. "Las pirámides de Egipto no son otra cosa que tumbas construidas para el reposo eterno de los Faraones de las primeras dinastías egipcias. Su majestuosidad se explica porque en la época en que fueron construidas Egipto no tenía conflictos, no había guerras, no tenía enemigos. Estaba flanqueado por el desierto y por culturas poco desarrolladas. Tampoco había problemas para alimentar a su gran población: el Nilo mantenía un valle fértil. Con ese panorama se podía
pensar en obras monumentales. Además, había mano de obra por todas partes. Después, ya en la época de
Ramsés, comenzaron a tener problemas y las tumbas gigantescas fueron reemplazadas por otras y luego, claro, se dejaron de construir. » Sobre los moais de la Isla de Pascua, el
arqueólogo también tiene explicaciones lógicas: " En Pascua cultivaban camote y la pesca era muy abundante; también podían levantar esas piedras -construidas por orden de sus
gobernantes- porque no tenían grandes dificultades. Luego la densidad de población aumentó y sufrieron un cambio de clima que afectó sus recursos naturales. Allí empezaron a luchar unos con otros y hasta practicaron el canibalismo para sobrevivir. Y, por supuesto, abandonaron la construcción de los moais
De todos modos, los misterios que más desvelan a Rex González siguen debajo de sus pies, en su propia tierra,
a donde nacieron sus hijos y nietos. De ellos escribió en su libro tiesos dispersos, de reciente aparición. Y los que rodean a las culturas
prehispánicas son sus preferidos:' Tenían una complejidad maravillosa.
Eran verdaderos estados , fijese que un pueblo llega al ni vel de estado
cuando ya alcanzó cierto grado de desarrollo. Me duele que no se sepa tanto de ello?
COMO INFLUYERON LAS IDEAS DE REX GONZALEZ
Conocí a Alberto Rex González en Córdoba a comienzos del año lectivo 1960. A los 42 años, en reconocimiento a sus méritos como in era profesor con dedicación exclusiva de Prehistoria y Arqueología Americana y, además, tenía ese prestigio que daba un doctorado en
Antropología por la Universidad de Colombia en Nueva York Con unos inocentes y
desorientados 22 años, yo andaba a la búsqueda de algo que imaginaba en algún nebuloso territorio entre el arte y la
historia En sus clases, primero fue la sorpresa y luego estalló el deslumbra miento: Rex es una persona de inteligencia brillante y audaz intuición. Sus cursos reflejaban eso y se enriquecían, además, con aportes desde el arte, la historia o la política, sin que fueran me nos importantes su
sencillez y simpatía. A partir de los años 50 renovó la arqueología
Argentina al romper la subordinación que tenía con la historiografía e imponer un marco teórico y metodológico
específicamente arqueológico. Revalorizó el enfoque artístico para el análisis del mundo simbólico prehispánico y pro dujo, desde esa perspectiva, los textos más creativos de interpretación
del pasado indígena. Viajero y trabajador de campaña incansable, reconstruyó la historia
del antiguo noroeste argentino según la escala de la civilización andina y amplió, con métodos rigurosos, la antigüedad de las sociedades aborígenes p en milenios. Si después de tantos años tuviera que confesar qué es lo que
todavía me deslumbra de él, diría que es su curiosidad y entusiasmo. Quizás esas cualidades no son suficientes para explicar porqué
Rex González ha llegado a ser lo que es, pero sin curiosidad y entusiasmo no hay ni ciencia ni arte.
Director del Museo Etnográfico, Universidad de Buenos Aires.
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"Para iniciar cualquier
investigación
arqueológica primero hay que plantearse que
se está buscando. El que no sabe lo que busca, no sabe lo que encuentra

La gente
debe pensar e interesarse más por saber la verdad sobre los grandes enigmas
de la Humanidad y no conformarse con cualquier
explicacion traída
de los pelos

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