Albert Einstein,

 

  (1879-1955), físico alemán nacionalizado estadounidense, premiado con un Nobel, 
famoso por ser el autor de las teorías general y restringida de la relatividad y 
por sus hipótesis sobre la naturaleza corpuscular de la luz. Es probablemente el 
científico más conocido del siglo XX.
Nació en Ulm el 14 de marzo de 1879 y pasó su juventud en Munich, donde su 
familia poseía un pequeño taller de máquinas eléctricas. Ya desde muy joven 
mostraba una curiosidad excepcional por la naturaleza y una capacidad notable 
para entender los conceptos matemáticos más complejos. A los doce años ya 
conocía la geometría de Euclides.
A la edad de 15 años, cuando su familia se trasladó a Milán, Italia, a causa de 
sucesivos fracasos en los negocios, Einstein abandonó la escuela. Pasó un año 
con sus padres en Milán y viajó a Suiza, donde terminó los estudios secundarios, 
e ingresó en el Instituto Politécnico Nacional de Zurich.
Durante dos años Einstein trabajó dando clases particulares y de profesor 
suplente. En 1902 consiguió un trabajo estable como examinador en la Oficina 
Suiza de Patentes en Berna.

Eintein

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Primeras publicaciones científicas 
En 1905 se doctoró por la Universidad de Zurich, con una tesis sobre las 
dimensiones de las moléculas; también publicó tres artículos teóricos de gran 
valor para el desarrollo de la física del siglo XX. En el primero de ellos, 
sobre el movimiento browniano, formuló predicciones importantes sobre el 
movimiento aleatorio de las partículas dentro de un fluido, predicciones que 
fueron comprobadas en experimentos posteriores. El segundo artículo, sobre el 
efecto fotoeléctrico, anticipaba una teoría revolucionaria sobre la naturaleza 
de la luz. Según Einstein, bajo ciertas circunstancias la luz se comportaba como 
una partícula. También afirmó que la energía que llevaba toda partícula de luz, 
denominada fotón, era proporcional a la frecuencia de la radiación. Lo 
representaba con la fórmula E = hu, donde E es la energía de la radiación, h una 
constante universal llamada constante de Planck y u es la frecuencia de la 
radiación. Esta teoría, que planteaba que la energía de los rayos luminosos se 
transfería en unidades individuales llamadas cuantos, contradecía las teorías 
anteriores que consideraban que la luz era la manifestación de un proceso 
continuo. Las tesis de Einstein apenas fueron aceptadas. De hecho, cuando el 
físico estadounidense Robert Andrews Millikan confirmó experimentalmente sus 
tesis casi una década después, éste se mostró sorprendido e inquieto por los 
resultados.
Einstein, interesado por comprender la naturaleza de la radiación 
electromagnética, propugnó el desarrollo de una teoría que fusionara las ondas y 
partículas de la luz. De nuevo fueron muy pocos los científicos que 
comprendieron y aceptaron estas ideas.
Teoría especial de la relatividad de Einstein 
La tercera publicación de Einstein en 1905, Sobre la electrodinámica de los 
cuerpos en movimiento, formulaba lo que después llegó a conocerse como la teoría 
especial de la relatividad (o teoría restringida de la relatividad). Desde los 
tiempos del matemático y físico inglés Isaac Newton, los filósofos de las 
ciencias naturales (nombre que recibían los físicos y químicos) habían intentado 
comprender la naturaleza de la materia y la radiación, y su interacción en 
algunos modelos unificados del mundo. La hipótesis que sostenía que las leyes 
mecánicas eran fundamentales se denominó visión mecánica del mundo. La hipótesis 
que mantenía que eran las leyes eléctricas las fundamentales recibió el nombre 
de visión electromagnética del mundo. Ninguna de las dos concepciones era capaz 
de explicar con fundamento la interacción de la radiación (por ejemplo, la luz) 
y la materia al ser observadas desde diferentes sistemas de inercia de 
referencia, o sea, la interacción producida en la observación simultánea por una 
persona parada y otra moviéndose a una velocidad constante.
En la primavera de 1905, tras haber reflexionado sobre estos problemas durante 
diez años, Einstein se dio cuenta de que la solución no estaba en la teoría de 
la materia sino en la teoría de las medidas. En el fondo de su teoría 
restringida de la relatividad se encontraba el hallazgo de que toda medición del 
espacio y del tiempo es subjetiva. Esto le llevó a desarrollar una teoría basada 
en dos premisas: el principio de la relatividad, según el cual las leyes físicas 
son las mismas en todos los sistemas de inercia de referencia, y el principio de 
la invariabilidad de la velocidad de la luz, según el cual la velocidad de la 
luz en el vacío es constante. De este modo pudo explicar los fenómenos físicos 
observados en sistemas de inercia de referencia distintos, sin tener que entrar 
en la naturaleza de la materia o de la radiación y su interacción, pero nadie 
entendió su razonamiento.
Primeras reacciones a Einstein 
La dificultad de otros científicos para aceptar la teoría de Einstein no 
estribaba en sus complejos cálculos matemáticos y su dificultad técnica, sino 
que partía del concepto que tenía Einstein de las buenas teorías y su relación 
con la experimentación. Aunque sostenía que la única fuente del conocimiento era 
la experiencia, también pensaba que las teorías científicas eran creaciones 
libres de una aguda intuición física, y que las premisas en que se basaban no 
podían aplicarse de un modo lógico al experimento. Una buena teoría sería, pues, 
aquella que necesitara los mínimos postulados para explicar un hecho físico. 
Esta escasez de postulados, característica de la obra de Einstein, provocó que 
su trabajo no fuera accesible para sus colegas, que le dejaron solo.
Aun así, tenía importantes seguidores. Su primer defensor fue el físico alemán 
Max Planck. Einstein permaneció cuatro años en la oficina de patentes, y luego 
empezó a destacar dentro de la comunidad científica, y así ascendió en el mundo 
académico de lengua alemana. Primero fue a la Universidad de Zurich en 1909; dos 
años más tarde se trasladó a la Universidad de Praga, de lengua alemana, y en 
1912 regresó al Instituto Politécnico Nacional de Zurich. Finalmente, en 1913 
fue nombrado director del Instituto de Física Kaiser Guillermo en Berlín.
La teoría general de la relatividad 
Antes de dejar la oficina de patentes, en 1907, Einstein ya trabajaba en la 
extensión y generalización de la teoría de la relatividad a todo sistema de 
coordenadas. Empezó con el enunciado del principio de equivalencia según el cual 
los campos gravitacionales son equivalentes a las aceleraciones del sistema de 
referencia. De este modo, una persona que viajara en un elevador o ascensor no 
podría en principio determinar si la fuerza que actúa sobre ella se debe a la 
gravitación o a la aceleración constante del ascensor. Esta teoría general 
completa de la relatividad no fue publicada hasta 1916. De acuerdo con ella, las 
interacciones entre los cuerpos, que hasta entonces se atribuían a fuerzas 
gravitacionales, se explican por la influencia de aquéllos sobre la geometría 
espacio-tiempo (espacio de cuatro dimensiones, una abstracción matemática en la 
que el espacio se une, como cuarta dimensión, a las tres dimensiones 
euclidianas).
Basándose en la teoría general de la relatividad, Einstein pudo entender las 
variaciones hasta entonces inexplicables del movimiento de rotación de los 
planetas y logró predecir la inclinación de la luz de las estrellas al 
aproximarse a cuerpos como el Sol. La confirmación de este fenómeno durante un 
eclipse de Sol en 1919 fue toda una noticia y su fama se extendió por el mundo.
Einstein consagró gran parte del resto de su vida a generalizar su teoría. Su 
último trabajo, la teoría del campo unificado, que no tuvo demasiado éxito, 
consistía en un intento de explicar todas las interacciones físicas, incluidas 
la interacción electromagnética y las interacciones nucleares fuerte y débil, a 
través de la modificación de la geometría del espacio-tiempo entre entidades 
interactivas.
La mayoría de sus colegas pensaron que sus esfuerzos iban en dirección 
equivocada. Entre 1915 y 1930 la corriente principal entre los físicos era el 
desarrollo de una nueva concepción del carácter fundamental de la materia, 
conocida como la teoría cuántica. Esta teoría contempla la característica de la 
dualidad onda-partícula (la luz presenta las propiedades de una partícula, así 
como las de una onda), que Einstein había intuido como necesaria, y el principio 
de incertidumbre, que establece que la exactitud de los procedimientos de 
medición es limitada. Además, esta teoría suponía un rechazo fundamental a la 
noción estricta de causalidad. Sin embargo, Einstein mantuvo una posición 
crítica respecto a estas tesis hasta el final de su vida. "Dios no juega a los 
dados con el mundo", llegó a decir.
Ciudadano del mundo 
A partir de 1919, Einstein recibió el reconocimiento internacional y acumuló 
honores y premios de distintas sociedades científicas, como el Nobel de Física 
en 1922. Sus visitas a países de todo el mundo (visitó España en 1923 y 
Argentina, Uruguay y Brasil en 1925) eran un acontecimiento; le seguían 
fotógrafos y periodistas.
El pacifismo y el sionismo fueron los dos movimientos sociales que recibieron 
todo su apoyo. Durante la I Guerra Mundial, Einstein fue uno de los pocos 
académicos alemanes que condenaron públicamente la participación de Alemania en 
el conflicto. Después de la guerra siguió con sus actividades pacifistas y 
sionistas, por lo que fue blanco de los ataques de grupos antisionistas y de 
derechas alemanes. Sus teorías llegaron a ser ridiculizadas en público, 
especialmente la de la relatividad.
Cuando Hitler llegó al poder en 1933, Einstein abandonó Alemania y emigró a 
Estados Unidos, donde ocupó un puesto en el Instituto de Estudios Superiores en 
Princeton, Nueva Jersey. Siguió con sus actividades en favor del sionismo pero 
abandonó su postura pacifista anterior a la vista de la amenaza que suponía para 
la humanidad el régimen nazi en Alemania.
En 1939 Einstein participó junto con otros físicos en la redacción de una carta 
dirigida al presidente Franklin D. Roosevelt en la que se pedía la creación de 
un programa de investigación sobre las reacciones en cadena. La carta, que sólo 
iba firmada por Einstein, consiguió acelerar la fabricación de la bomba atómica, 
en la que él no participó ni supo de su finalización. En 1945, cuando ya era 
evidente la existencia de la bomba, Einstein volvió a escribir al presidente 
para intentar disuadirlo de utilizar el arma nuclear.
Después de la guerra, Einstein se convirtió en activista del desarme 
internacional y del gobierno mundial, y siguió contribuyendo a la causa del 
sionismo, pero declinó una oferta de los líderes del Estado de Israel para 
ocupar el cargo de presidente. A finales de la década de 1940 y principios de la 
de 1950, defendió en Estados Unidos la necesidad de que los intelectuales del 
país hicieran todo lo posible para mantener la libertad política. Einstein murió 
el 18 de abril de 1955 en Princeton.
Los esfuerzos de Einstein en apoyo de causas sociales fueron a menudo percibidos 
como poco realistas. Sus propuestas nacían de razonamientos cuidadosamente 
elaborados. Al igual que sus teorías, eran fruto de una asombrosa intuición 
basada en cuidadosas y astutas valoraciones y en la observación. A pesar de su 
actividad en favor de causas políticas y sociales, la ciencia siempre ocupó el 
primer lugar en su vida, pues, como solía decir, sólo el descubrimiento de la 
naturaleza del Universo tiene un sentido duradero. Entre sus obras se encuentran 
La relatividad: la teoría especial y restringida (1916); Sobre el sionismo 
(1931); Los constructores del Universo (1932); ¿Por qué la guerra? (1933), con 
Sigmund Freud; El mundo como yo lo veo (1934); La evolución de la Física (1938) 
con el físico polaco Leopold Infeld, y En mis últimos años (1950). La colección 
de los artículos de Einstein comenzó a publicarse en 1987 en varios volúmenes.

 

FUENTE :Monografia.com

 

Podemos asegurar que el científico alemán Albert Einstein es el genio del siglo XX, ya que a los 26 años revolucionó el mundo de la física y con sus teorías cambiaron todos los conceptos que antes se basaban en los postulados de Isaac newton. El 31 de diciembre de 1999 la revista norteamericana TIME le dedicó la portada, ya que había sido elegido como el personaje más emblemático del siglo XX. Albert Einstein nació en Ulm (Alemania) en 1879 y desde pequeño dio muchas muestras de ser un niño retraído y díscolo, pero lo suficientemente observador para darse cuenta del ambiente opresor en el que se desarrollaban las clases en las escuelas prusianas; desde muy joven desarrolló un espíritu inconformista y crítico con la sociedad que le rodeaba, que no lo abandonaría hasta su muerte. Nacido en el seno de una familia judía, su padre fue un ingeniero químico cuyas dificultades profesionales fueron motivo de frecuentes traslados para la familia del joven Albert. En 1901, tras completar sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Zurich, Einstein adoptó la nacionalidad Suiza y empezó a trabajar en la Oficina de Patentes de Berna. En 1903 contrajo matrimonio con Mileva Maric, una antigua compañera de estudios en Zurcí afectada de cojera, pero con una mente muy brillante en la que Einstein encontraría la esposa ideal y compañera profesional perfecta, ya que Mileva era matemática y ayudaba al joven Einstein a desarrollar sus futuras teorías.
En el año 1905 tras haber rechazado la elaboración de su tesis doctoral y trabajando todavía en la oficina de patentes de Berna, ya que, por un lado necesitaba dinero para mantener a su familia, y por otro necesitaba el máximo tiempo disponible para su trabajo científico particular, publica en los prestigiosos "Annalen der Physik" tres artículos que convulsionaron los pilares de la física: el primero establecía una teoría estadística del movimiento browniano; el segundo proporcionaba una explicación del efecto fotoeléctrico basada en la hipótesis de los cuantos de luz; y el tercero sentaba las bases de la teoría restringida de la relatividad. Einstein había unificado sucesivamente los campos de la termodinámica, la mecánica y la óptica, además, antes de que pasaran cuatro meses desde el último texto, envió a la famosa revista tres páginas que contenían el artículo que establecía la equivalencia entre materia y energía: E=mc^2, e esta forma la vida de Einstein empezó a cambiar, pues le llovían ofertas de diversas instituciones y universidades, y ocupo puestos docentes en Berna, Praga y Zurcí. En 1914 Einstein aceptó trasladarse a Berlín como investigador en la Real Academia Prusiana de Ciencias. El estallido de la Iª Guerra Mundial lo separó de su familia, de vacaciones en Suiza; esa separación forzosa desembocó en su divorcio y posterior matrimonio con su prima Elsa, en 1919, en la que encontró ese amor maternal que con Mileva no había tenido.
Las observaciones del eclipse de Sol de ese mismo año le dieron la razón a Einstein y se la quitaron a Newton, y también aportaron una comprobación experimental de su teoría general de la relatividad, publicada en 1915, lo que le aseguró la fama internacional, y el premio Nóbel de Física en 1921 por su descubrimiento del efecto fotoeléctrico. Sus ataques al nacionalismo y su ferviente pacifismo, ya que se opuso firmemente al uso militar de la energía nuclear a pesar de la carta al presidente Roosevelt, acabaron por determinar su persecución por parte del nazismo; en 1933, tras el ascenso de Hitler al poder, Einstein renunció a la nacionalidad alemana y se marchó a EEUU aceptando formar del Princeton Institute of Advanced Study, donde permanecería hasta su muerte, en 1955. En 1940 adquirió la nacionalidad estadounidense. A partir de esos años la figura del nombre se va difuminando a la vez que la del mito avanza a pasos agigantados, su labor intelectual va decayendo, ahora lucha por la unificación de todos los campos de la física, algo que para muchos era imposible.
Según los que lo conocieron, era una persona frugal, amable, sencilla y apasionada, aunque también misógino y algo mujeriego, incluso llegó casi al borde del desprecio con sus dos hijos del matrimonio de Mileva. Tampoco fue el prototipo clásico de científico, no dirigía grandes laboratorios, ni estaba rodeado de discípulos, aunque fue absolutamente necesario para comprender el profundo significado de la naturaleza y para mofarse de los grandes convencionalismos de la vida.


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