Agustín
Lazo
Hijo
de arquitecto, nació en la ciudad de México y, tras estudiar un año en
la Escuela de Arquitectura, se dedicó a la pintura. En 1917 entró en la
Academia Nacional de Bellas Artes de la capital azteca. Entre 1925 y 1928
viajó por Europa y entró en L’Atelier, una escuela y compañía de
teatro fundada por el director y actor francés Charles Dullin,
experiencia que le valió después en México para convertirse en escenógrafo.
La
poética surrealista, que conoció durante sus años por Europa, será una
constante en su producción. Junto a ella, también el puntillismo influyó
en su obra durante unos años, aunque en determinada época se dejara
llevar por la poderosa influencia de Manuel Rodríguez Lozano, realizando
lienzos de mayores dimensiones dentro de los cuales aparecen amplias
figuras que cubren toda la tela. Pese a su refinada sensibilidad, sus
pinturas tienen un claro acento nacional, aunque nunca se dejó seducir
por la corriente muralista que cautivó a la mayoría de los artistas. Son
obras donde reina la armonía, la compostura y la fina percepción de los
valores táctiles y visuales que siempre han dominado su producción.
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