El 15 de septiembre de
1914 nace en Buenos Aires Adolfo Bioy Casares. A los once años escribe
su primera novela, Iris y Margarita –plagiando a"Petit Bob"
de Gyp–, para una prima de la que estaba perdidamente enamorado. A los
catorce, Vanidad o Una aventura terrorífica, cuento fantástico y
policial. En 1932 conoce, en casa de Victoria Ocampo, a quien será su
amigo y colaborador: Jorge Luis Borges y, dos años más tarde, a
Silvina Ocampo, quien junto a Borges lo convencerá de abandonar los
estudios y dedicarse exclusivamente a escribir, y con quien se casará
en 1940. Ese mismo año publica La Invención de Morel, su obra más
famosa y convertida hoy en un clásico de la literatura contemporánea.
Bioy y Borges forman por años un formidable duo creativo que produce
obras como Un modelo para la muerte, Libro del Cielo y del Infierno y
las Crónicas de Bustos Domecq, la mayoría de las cuales son firmadas
con el seudónimo común de H. Bustos Domecq. En 1954, año en que
publica El sueño de los héroes, nace su única hija, Marta. En 1969
aparece Diario de la guerra del cerdo, llevada posteriormente al cine
por Leopoldo Torre Nilsson. Entre otros premios y galardones, recibe en
1975 el Gran Premio de Honor de la SADE, es nombrado Miembro de la Legión
de Honor de Francia en 1981, Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos
Aires en 1986 y es galardonado en 1990 con el Premio Cervantes.
Considerado por Jorge L. Borges como uno de los mayores escritores
argentinos de ficción, Bioy Casares es dueño de una vasta obra en
donde la la fantasía y la realidad se superponen con una armonía
magistral. La impecable construcción de sus relatos es, quizá, la
característica que con mayor frecuencia ha destacado la crítica con
respecto a su obra.
Adolfo Bioy
Casares murió en la Ciudad de Buenos Aires el 8 de marzo de 1999.
"La literatura de Adolfo Bioy Casares describe una parábola que parece gobernada por un ideal de austeridad. Tras la tersura de un estilo cada vez más apacible o la amenidad de anécdotas cada vez menos alarmantes, Bioy disimula las exigencias que ha aceptado al asumir el oficio de escribir. Para Bioy Casares, los problemas de composición no son sino recursos para elaborar una teoría del conocimiento y penetrar en la realidad, fluminando sus variados enlaces. ( ... ) Es curioso que un autor como Bioy Casares, a tal punto preocupado por el problema de la soledad y el desencuentro humanos, haya pasado casi exclusivamente por ser un intelectual enamorado de sus construcciones mentales. Muchas veces, el aplauso que obtuvo la'irrealidad' de sus novelas fue un modo indirecto de reprocharle su desapego con respecto al contexto concretamente argentino." Enrique Pezzoni (Enciclopedia de la Literatura Argentina. Dirigida por Pedro Orgambide y Roberto Yohmi)
"El tema de Adolfo Bioy Casares no es cómico sino metafísico: el cuerpo es imaginario y obedecemos a la teoría de un fantasma. El amor es una percepción privílegiada, la más total y lúcida, no sólo de la irrealidad del mundo, sino de la nuestra: corrernos tras de sombras, pero nosotros también somos sombras." Octavio Paz (Corriente Alterna, 1968)
"Bioy Casares es sentimental y romántico, aunque luche para ocultarlo ... ; sus novelas se acercarán cada vez más a la condición humana, sus invenciones se mezclarán cada vez más con las miserias y las esperanzas de estos pobres seres que sufren en un mundo terrible." Ernesto Sabato (Sur, 1945).
OBRAS
Bioy Casares 1
|